viernes, 25 de julio de 2025

¿Adiós al Blue Lagoon?

(AZprensa) El Blue Lagoon, o Bláa Lónið en islandés, es mucho más que un balneario geotermal: es un símbolo de Islandia, una atracción turística de renombre mundial y un oasis de relajación en medio de un paisaje volcánico único. Situado en la península de Reykjanes, a unos 23 km del aeropuerto internacional de Keflavík y a 40 km de Reikiavik, este lugar ha atraído a millones de visitantes por sus aguas azul turquesa, ricas en minerales como sílice y azufre, conocidas por sus propiedades curativas, especialmente para afecciones cutáneas como la psoriasis. Sin embargo, la reciente actividad volcánica en la región ha puesto en jaque su existencia, generando incertidumbre sobre su futuro. ¿Estamos ante los últimos días del Blue Lagoon? ¿Sigue abierto o ha sido clausurado para siempre?
 
La amenaza volcánica: un peligro recurrente
 
La península de Reykjanes, donde se encuentra el Blue Lagoon, es una región geológicamente activa, situada sobre la dorsal mesoatlántica, donde las placas tectónicas euroasiática y norteamericana se separan, desencadenando terremotos y erupciones. Tras siglos de relativa calma, desde 2021 esta zona ha experimentado un resurgimiento de actividad volcánica, con múltiples erupciones en el sistema Sundhnúksgígar. La más reciente, ocurrida el 22 de noviembre de 2024, marcó un punto crítico para el Blue Lagoon: la lava fluyó peligrosamente cerca, destruyendo su estacionamiento principal, que solía albergar 350 vehículos, y envolviendo un edificio de servicios utilizado para almacenar pertenencias de los visitantes.

A pesar de las medidas de contención, como muros defensivos que hasta ahora han protegido las piscinas termales, la amenaza persiste. Desde julio de 2025, las erupciones han obligado a cierres temporales y evacuaciones, incluyendo una el 16 de julio de 2025, cuando la actividad sísmica y una nueva erupción fisural en Sundhnúksgígar llevaron a la evacuación de Grindavík y el Blue Lagoon. Aunque el balneario ha reabierto tras cada evento, la recurrencia de estas erupciones plantea dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo.

Situación actual: ¿sigue abierto el Blue Lagoon?
 
A pesar de los desafíos, el Blue Lagoon ha demostrado resiliencia. Tras la erupción de noviembre de 2024, que destruyó el estacionamiento, el complejo reabrió utilizando un sistema de transporte en ferry para los visitantes, ya que el acceso por carretera quedó comprometido. Hasta la fecha, no hay información definitiva que indique un cierre permanente, pero el balneario opera bajo estrictas medidas de seguridad y monitoreo constante debido a la actividad volcánica. Por ejemplo, tras cierres temporales en enero, febrero, marzo y abril de 2024, el Blue Lagoon reabrió en cada ocasión una vez que las autoridades confirmaron la seguridad del área.

Actualmente, el Blue Lagoon permanece abierto, pero con restricciones. Se requiere reservar con antelación debido a la alta demanda y el aforo limitado, una práctica habitual incluso antes de las erupciones. Los horarios varían según la temporada: de 7:00 a 00:00 entre el 1 de junio y el 20 de agosto, y de 8:00 a 22:00 el resto del año, con horarios reducidos en fechas festivas como Nochebuena (8:00-16:00) y Nochevieja (8:00-18:00). Sin embargo, las erupciones recientes han generado cierres esporádicos, y los visitantes deben verificar el estado del balneario en el sitio oficial (bluelagoon.com) antes de planificar su visita.

La pregunta sobre si el Blue Lagoon podrá salvarse es compleja. Por un lado, las autoridades islandesas y los operadores del balneario han implementado medidas para proteger la infraestructura, como muros de contención que han evitado que la lava alcance las piscinas termales. Además, el Blue Lagoon no depende de un cuerpo de agua natural, sino de la planta geotérmica de Svartsengi, que suministra agua caliente rica en minerales. Esto significa que, incluso si una erupción destruyera partes del complejo, podría reconstruirse en otra ubicación cercana, aunque a un costo significativo.

Por otro lado, la frecuencia de las erupciones en Reykjanes, con 12 eventos desde 2021, sugiere que la región podría seguir siendo inestable durante años. La destrucción del estacionamiento y las alteraciones en el acceso ya han impactado la experiencia del visitante, y una erupción más severa podría amenazar no solo el Blue Lagoon, sino también el aeropuerto de Keflavík y las comunidades cercanas como Grindavík, que ya ha sido mayormente evacuada y cuyas casas han sido vendidas al Estado. Si la actividad volcánica continúa intensificándose, el riesgo de que el Blue Lagoon quede sepultado o deba cerrar permanentemente aumenta.

Un lugar único: Mucho más que un balneario
 
El Blue Lagoon no es solo un destino turístico; es un ecosistema geotermal único. Sus aguas, una mezcla de agua de mar (dos tercios) y agua de lluvia (un tercio), alcanzan temperaturas de 37-39 °C y contienen sílice, azufre y algas verdiazules que le dan su característico color azul lechoso. Estas propiedades han sido reconocidas desde 1981, cuando Valur Margeirsson, un paciente con psoriasis, descubrió que bañarse en la laguna aliviaba sus síntomas. Desde 1994, la clínica del Blue Lagoon ofrece tratamientos especializados para la psoriasis, combinando baños terapéuticos con terapia de luz ultravioleta, y los lodos de sílice y azufre son utilizados en productos de cuidado de la piel vendidos globalmente.

Además, el entorno volcánico, con campos de lava negra y musgo verde, crea un contraste visual espectacular que ha llevado al Blue Lagoon a ser nombrado una de las "25 maravillas del mundo" por National Geographic. Sus instalaciones, que incluyen saunas, restaurantes como el galardonado Moss (con una estrella Michelin) y el Retreat Spa, ofrecen una experiencia de lujo que atrae a miles de visitantes al año. Perder este lugar sería no solo una tragedia para el turismo islandés, sino también para quienes buscan sus beneficios terapéuticos.
¿Son los últimos días del Blue Lagoon?
 
A día de hoy, no se puede afirmar que el Blue Lagoon esté clausurado o desaparecido. Sigue siendo accesible, aunque con interrupciones ocasionales debido a la actividad volcánica. Sin embargo, su futuro es incierto. La resiliencia mostrada hasta ahora, con reaperturas tras cada erupción, sugiere que los operadores están comprometidos con mantener el balneario en funcionamiento. No obstante, la naturaleza impredecible de los volcanes islandeses significa que nadie puede garantizar su supervivencia a largo plazo. Para los viajeros, la recomendación es clara: si deseas visitar el Blue Lagoon, hazlo pronto y reserva con antelación. La experiencia sigue siendo única, pero el riesgo de cierres temporales o permanentes es real. Además, se aconseja evitar sumergir el cabello en el agua debido a su alto contenido mineral, que puede dañarlo, y seguir las estrictas normas de higiene, como ducharse desnudo antes de entrar.

El Blue Lagoon sigue siendo un tesoro de Islandia, un lugar donde la naturaleza y el ingenio humano han creado una experiencia sin igual. Aunque la amenaza volcánica es innegable, con la lava acechando sus instalaciones, el balneario no ha dicho su última palabra. Por ahora, sigue abierto, invitando a los visitantes a sumergirse en sus aguas curativas y disfrutar de un paisaje que parece de otro mundo. Sin embargo, el tiempo dirá si este icono islandés podrá resistir la furia de los volcanes o si, efectivamente, estamos diciendo "adiós al Blue Lagoon". Mientras tanto, quienes tengan la oportunidad de visitarlo deberían aprovecharla, conscientes de que cada baño podría ser uno de los últimos en este lugar legendario.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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