(AZprensa) La astenia primaveral, un fenómeno
caracterizado por la fatiga, falta de energía y cambios de humor, afecta a un
número considerable de personas durante esta época del año. Aunque no se
clasifica como un trastorno médico en sí mismo, sus síntomas pueden impactar
significativamente en el bienestar y la calidad de vida de quienes lo
experimentan.
¿Qué factores alteran el estado de ánimo?
Desregulación emocional: El cambio estacional puede
afectar directamente a las emociones, apareciendo sentimientos como la
melancolía o la irritabilidad, que contribuyen a la fatiga y al malestar
anímico. Este fenómeno es especialmente notable en mujeres, debido a que el
ciclo menstrual puede verse también alterado.
Expectativas sociales: Después de los meses de invierno,
la llegada de la primavera puede generar expectativas de mayor actividad
social, lo que conlleva a que se creen situaciones de estrés y presión. Este
agobio se puede exacerbar sobre todo en estudiantes que se encuentren
preparándose para exámenes importantes o para aquellos individuos con
preocupaciones financieras.
Cambios estacionales: La transición de climas oscuros y
fríos a temperaturas más cálidas puede alterar los ritmos circadianos y afectar
el estado de ánimo y la energía. Esta desregulación puede conducir a una peor
calidad del sueño y una mayor fatiga.
Pautas para paliar estos síntomas
Autocuidado: Dedicar tiempo a actividades que promuevan
el bienestar físico y emocional es fundamental. Es importante identificar
aquello que “nos hace bien” y dedicarle mayor tiempo.
Rutinas consistentes: Establecer horarios regulares de
sueño, mantener una alimentación saludable y practicar ejercicio regular puede
contribuir a estabilizar los ritmos circadianos y reducir la fatiga.
Atención plena: Practicar técnicas de relajación como la
meditación puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
Apoyo social: Conectar con amigos, familiares o grupos de
apoyo puede proporcionar un sistema de soporte emocional durante momentos de
fatiga y malestar.
Y con respecto a este último punto, se debe aclarar que
la frase “conectar con amigos, familiares o grupos de apoyo” no se refiere a
mandar un WhatsApp o chatear un rato; se refiere a mantener contacto personal
con otras personas, mirarlas a los ojos, escucharlas, interesarnos por ellas,
sentirlas cerca y tocarlas para comprender que todas esas personas y también
nosotros mismos somos personas reales y no unos simples algoritmos manejados en
las redes sociales por la Inteligencia Artificial.
Fuente.- Clínica Salud en Mente.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.
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