lunes, 29 de septiembre de 2025

Asma: Frecuente pero manejable

(AZprensa) El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque puede presentarse a cualquier edad, es una de las condiciones crónicas más comunes en niños y adultos.
 
¿Qué es el asma?
 
El asma es una afección en la que las vías respiratorias, los conductos que llevan el aire a los pulmones, se inflaman y estrechan, dificultando la respiración. Este estrechamiento puede ser reversible, ya sea de forma espontánea o con tratamiento, lo que distingue al asma de otras enfermedades pulmonares obstructivas crónicas. Durante un episodio de asma, los músculos alrededor de las vías respiratorias se contraen, la mucosa se inflama y se produce un exceso de moco, lo que obstruye aún más el paso del aire.
 
Causas y factores desencadenantes
 
Aunque las causas exactas del asma no están completamente claras, se sabe que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales. Las personas con antecedentes familiares de asma o alergias tienen un mayor riesgo de desarrollarla. Además, existen diversos desencadenantes que pueden provocar un episodio asmático, entre ellos:
Alergenos: Polen, ácaros del polvo, pelo de animales, moho.
Irritantes ambientales: Humo, contaminación, olores fuertes, productos químicos.
Infecciones respiratorias: Resfriados o gripes pueden exacerbar los síntomas.
Ejercicio físico: Especialmente en aire frío o seco.
Factores emocionales: Estrés o ansiedad intensa.
Cambios climáticos: Frío, humedad o cambios bruscos de temperatura.
 
Síntomas del asma
 
Los síntomas del asma varían de una persona a otra, tanto en frecuencia como en intensidad. Los más comunes incluyen:
Dificultad para respirar o sensación de falta de aire.
Sibilancias: Sonidos silbantes al respirar, especialmente al exhalar.
Tos: A menudo peor por la noche o temprano en la mañana.
Opresión torácica: Sensación de presión o peso en el pecho.
 
En algunos casos, los síntomas son leves y esporádicos, mientras que en otros pueden ser graves y requerir atención médica inmediata. Un ataque de asma severo, si no se trata, puede ser potencialmente mortal.
 
Diagnóstico
 
El diagnóstico del asma se basa en una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas específicas. Los médicos suelen preguntar sobre los síntomas, su frecuencia y los posibles desencadenantes. Las pruebas más comunes incluyen:
Espirometría: Mide la cantidad y velocidad del aire que una persona puede exhalar.
Prueba de broncodilatación: Evalúa si los síntomas mejoran tras la administración de un medicamento broncodilatador.
Pruebas de alergia: Identifican posibles alérgenos que desencadenan el asma.
 
Tratamiento y manejo
 
Aunque el asma no tiene cura, los avances médicos han hecho posible controlarla eficazmente. El tratamiento suele dividirse en dos categorías:
Medicamentos de alivio rápido: Como los broncodilatadores de acción corta (ej. salbutamol), que se usan durante un ataque para relajar los músculos de las vías respiratorias y facilitar la respiración.
Medicamentos de control a largo plazo: Incluyen corticosteroides inhalados, que reducen la inflamación de las vías respiratorias, y otros medicamentos como los antagonistas de leucotrienos o broncodilatadores de acción prolongada.
 
Además de los medicamentos, el manejo del asma implica identificar y evitar los desencadenantes. Los pacientes pueden beneficiarse de:
Un plan de acción para el asma: Un documento personalizado, creado con el médico, que detalla cómo manejar los síntomas y qué hacer en caso de un ataque.
Monitoreo regular: Usar un medidor de flujo máximo para medir la función pulmonar.
Estilo de vida saludable: Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio moderado (evitando desencadenantes) y evitar el tabaquismo.
 
Vivir con asma
 
Con un manejo adecuado, las personas con asma pueden llevar una vida normal y activa. Atletas de élite, como el nadador olímpico Michael Phelps, han demostrado que el asma no tiene por qué ser una barrera para alcanzar grandes logros. La clave está en la educación, el seguimiento médico regular y el compromiso con el tratamiento.
 
Avances y perspectivas
 
La investigación sobre el asma sigue avanzando. Nuevos tratamientos, como las terapias biológicas dirigidas a casos graves de asma alérgica o eosinofílica, están ofreciendo esperanza a quienes no responden bien a los tratamientos convencionales. Además, la tecnología, como aplicaciones móviles para monitorear síntomas, está ayudando a los pacientes a gestionar mejor su condición.
 
El asma es, pues, una enfermedad que, aunque crónica, es altamente manejable con el enfoque correcto. La combinación de un diagnóstico preciso, un tratamiento adecuado y la prevención de desencadenantes permite a las personas afectadas disfrutar de una vida plena. Si sospechas que tienes asma o experimentas síntomas respiratorios, consulta a un médico para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento personalizado. Con el conocimiento y las herramientas adecuadas, el asma no tiene por qué limitar tus sueños ni tu calidad de vida.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“Tu último viaje”: https://amzn.eu/d/1zzOpM6

No hay comentarios: