(AZprensa)
Mucho se está hablando de los numerosos casos de corrupción del gobierno de
Pedro Sánchez y de él mismo. Cualquier persona normal habría dimitido en esta
situación o al menos habría convocado elecciones. Sin embargo, Pedro Sánchez se
aferra al poder, niega todo lo habido y por haber, y reitera que no habrá
dimisión, ni convocatoria de elecciones.
Se
dan y se sospechan muchos motivos, pero los auténticos motivos son estos:
1.- Pedro
Sánchez es un ególatra que sólo piensa en sí mismo y en cómo permanecer
eternamente en el poder. No le importa hundir España ni hundir el PSOE.
2.- Sabe
que si se convocan elecciones, el PSOE no sólo las perderá sino que los
partidos de ultraizquierda le adelantarán y quedará relegado a una presencia
testimonial.
3.- Sabe
que si se mantiene en el poder, en cuanto salgan las condenas a su mujer y a su
hermano, podrá emitir de inmediato un indulto.
4.- Hasta
las próximas elecciones quedan dos años, en los cuales espera concluir sus
ajustes legales para que todas las instituciones del Estado (Ejército, Jueces y
Fiscales, Guardia Civil, etc.) dependan del presidente del Gobierno, con lo
cual ya nunca nadie más podrá juzgarlo. (Con relación a este último punto,
añadir que -de momento- ya está en trámite una ley para manejar a su antojo a los jueces, los
cuales se están rebelando y han anunciado una huelga).
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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