(El Inefable) El titular resulta muy atractivo por lo
sorprendente y, aunque sea cierto, tiene algunos matices que no todos los
medios de comunicación han reflejado en sus noticias. Para ponerla en su
contexto, diremos, pues que un grupo inversor chino desconocido, Tzaneen
International, se ha adjudicado el aeropuerto de Ciudad Real por la irrisoria
cantidad de 10.000 euros. Este aeropuerto (en concurso de acreedores desde
2010) costó 450 millones de euros y sólo llegó a albergar un par de vuelos a la
semana antes de cerrar; de hecho su mayor actividad la tuvo cuando se rodaron
allí algunas escenas de la última película de la saga “Torrente”. Tras varios
intentos fallidos (nunca salió un comprador) finalmente ha sido adjudicado en
este precio aunque el comprador se compromete a invertir entre 60 y 100
millones de euros para hacerlo operativo y que dicho aeropuerto sea la puerta
de entrada de China en España.
En cualquier caso,
la operación sigue siendo muy complicada: la venta no incluye la terminal, el aparcamiento, una pasarela sin
terminar que debía unir con la vía del tren, ni los terrenos necesarios para
salvar la Declaración de Impacto Ambiental sin la cual no podrían desarrollar
ninguna actividad. Para justificar tan bajo precio, Tzaneen
International ha declarado que esa compra cuenta con una "zona adyacente inmobiliaria desmembrada,
está gravado con una carga real, con sus licencias suspendidas, sin ingresos y
con una significativa cantidad de gastos recurrentes inevitables".
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