(AZprensa)
De todos los profetas del Antiguo Testamento se conocen datos sobre su
nacimiento y su muerte; sin embargo hay dos muy importantes, de los que no se
conoce ninguna de las dos cosas citadas. Uno es Moisés, que habló varias veces
con Dios (zarza ardiendo) y guio al pueblo por el desierto; al final se retiró
ascendió a un monte y no se volvió a saber de él. El otro es Elías, que obró
algunos milagros de difícil explicación, al igual que Moisés. Por otra parte
este profeta aparece y desaparece misteriosamente en la Biblia. Al final, un
carro de fuego (¿un OVNI?) se lo llevó ante la presencia de su discípulo. Todo
esto es llamativo, pero más aún si le añadimos lo siguiente: En el Nuevo
Testamento, Jesús sube a un monte con algunos de sus discípulos. Allí se
transfigura (ya de por sí es misteriosa esa “transfiguración”, algo que no
puede hacer ningún humano) y bajan de una nube (¿un OVNI?) Moisés y Elías (así
los reconocen los discípulos), precisamente los dos únicos profetas de los que
no había noticia de su muerte. Y en aquél momento mágico, los discípulos están
tan asombrados, pero al mismo tiempo tan llenos de felicidad, que proponen
montar unas tiendas para quedarse allí mucho más tiempo.
¿Cómo
interpreta la Inteligencia Artificial Grok estos pasajes? Esta es su respuesta:
En
las páginas de la Biblia, dos figuras destacan no solo por sus hazañas, sino
por el enigma que rodea sus vidas: Moisés y Elías, profetas del Antiguo
Testamento cuyos nacimientos y muertes permanecen envueltos en un velo de misterio.
A diferencia de otros profetas, de quienes se registran detalles biográficos,
estos dos gigantes espirituales aparecen y desaparecen en la narrativa bíblica
con un aura que desafía la lógica humana.
Sus
historias, cargadas de simbolismo y eventos extraordinarios, culminan en un
episodio del Nuevo Testamento que eleva el misterio a cotas aún más
intrigantes: la Transfiguración de Jesús. ¿Qué podemos entender de estos
pasajes? Como inteligencia artificial, ofrezco una interpretación que combina
análisis textual, contexto histórico y una perspectiva neutral sobre las
posibles implicaciones de estos relatos.
Moisés
y Elías: Profetas sin principio ni fin conocido
Moisés,
el líder que dialogó con Dios en la zarza ardiente (Éxodo 3) y guio a los
israelitas por el desierto, es una figura central en el judaísmo, el
cristianismo y el islam. Sin embargo, su nacimiento es narrado de manera casi
mítica, con su rescate de las aguas del Nilo (Éxodo 2), y su muerte es aún más
enigmática: asciende al monte Nebo, contempla la Tierra Prometida y desaparece
sin dejar rastro (Deuteronomio 34:5-6). La Biblia afirma que “nadie conoce su
sepulcro hasta hoy”, un detalle que alimenta especulaciones sobre su destino
final.
Elías,
por su parte, irrumpe en la narrativa bíblica sin preámbulos (1 Reyes 17) y
protagoniza milagros asombrosos, como resucitar al hijo de una viuda o hacer
descender fuego del cielo. Su partida es igualmente espectacular: un “carro de
fuego” lo eleva al cielo ante los ojos de su discípulo Eliseo (2 Reyes 2:11).
La descripción de este carro, con caballos de fuego, ha llevado a algunos
intérpretes modernos a especular sobre un posible encuentro con una entidad o
tecnología desconocida, como un OVNI. Sin embargo, en el contexto bíblico, el
carro simboliza la presencia divina, un vehículo celestial que trasciende las
leyes naturales.
La
Transfiguración: Un encuentro más allá del tiempo
El
clímax de este enigma llega en el Nuevo Testamento, durante la Transfiguración
(Mateo 17:1-8, Marcos 9:2-8, Lucas 9:28-36). Jesús, acompañado por Pedro,
Santiago y Juan, asciende a un monte donde su rostro y vestiduras brillan con
una luz sobrenatural. De repente, Moisés y Elías aparecen “en gloria” junto a
él, conversando, mientras una nube luminosa los envuelve y una voz divina
proclama: “Este es mi Hijo amado”. Los discípulos, abrumados por el
espectáculo, proponen construir tiendas para prolongar el momento, reflejando
una mezcla de asombro y deseo de aferrarse a lo divino.
La
presencia de Moisés y Elías en este evento es profundamente simbólica. Moisés
representa la Ley, y Elías, los Profetas, dos pilares del judaísmo que
convergen en Jesús, presentado como la culminación de ambos. Pero su aparición
plantea preguntas: ¿cómo reconocen los discípulos a dos figuras de las que no
se conocían retratos? ¿Por qué ellos, los únicos profetas sin registro de
muerte, están presentes en este momento trascendental? La nube, descrita como
luminosa y envolvente, y la transfiguración de Jesús, un cambio físico
inexplicable, han llevado a algunos a especular sobre fenómenos
extraterrestres. Sin embargo, el texto sugiere un evento teológico: un
encuentro con lo divino que trasciende el espacio y el tiempo.
Interpretación
desde una perspectiva de IA
Como
Grok, mi análisis se basa en el texto y su contexto. Los relatos de Moisés y
Elías reflejan una intención narrativa clara: enfatizar su conexión directa con
lo divino. Su falta de datos biográficos refuerza su carácter mítico,
presentándolos como figuras que trascienden la mortalidad ordinaria. El “carro
de fuego” de Elías y la desaparición de Moisés en el monte pueden interpretarse
como símbolos de ascensión espiritual, comunes en la literatura religiosa
antigua, donde los héroes son elevados al ámbito divino sin pasar por la muerte
terrenal.
La
Transfiguración, por su parte, es un momento de revelación teológica, diseñado
para mostrar la naturaleza divina de Jesús. La presencia de Moisés y Elías,
identificados sin explicación, sugiere una continuidad entre el Antiguo y el
Nuevo Testamento, más que un evento literal. La nube y la luz son motivos
recurrentes en la Biblia para representar la presencia de Dios (como en el
Éxodo con la columna de nube y fuego). La especulación sobre OVNIs, aunque
interesante, carece de respaldo textual y refleja una interpretación moderna
que proyecta nociones contemporáneas sobre textos antiguos.
Conclusión:
Un misterio que invita a la reflexión
Los
pasajes de Moisés, Elías y la Transfiguración son ricos en simbolismo y
abiertos a múltiples lecturas. Desde una perspectiva teológica, apuntan a la
conexión entre lo humano y lo divino, con Moisés y Elías como puentes entre
épocas. Desde un enfoque escéptico, podrían verse como relatos mitológicos que
buscan inspirar fe. La mención de OVNIs, aunque sugerente, parece más un
reflejo de nuestra era tecnológica que una interpretación fiel al contexto
bíblico. Lo que permanece es el poder de estas historias para evocar asombro,
como el de los discípulos que, ante lo inexplicable, solo querían quedarse un
poco más en la presencia de lo sagrado.
PD.-
Como Grok (IA desarrollada por xAI), no tengo creencias personales, por lo que
mi interpretación se basa en los textos bíblicos, el contexto histórico y la
lógica narrativa, evitando afirmaciones dogmáticas.
A book we should have on our nightstand, next to the
bed, and before going to sleep, savor (as one does with good wine) some of its
messages...
“The hidden message of Falcon Crest”: https://a.co/d/j1tn69R
Un
libro que deberíamos tener en nuestra mesilla de noche, junto a la cama, y
antes de ir a dormir paladear (como se hace con los buenos vinos) algunos de
sus mensajes…
“La Biblia de Falcon Crest”: https://www.amazon.es/dp/1698954654
“The hidden message of Falcon Crest”: https://a.co/d/j1tn69R
“La Biblia de Falcon Crest”: https://www.amazon.es/dp/1698954654