(AZprensa) Para los ajenos al mundo del sector farmacéutico, diremos que existe una compañía (primero se llamaba IMS, luego QuintilesIMS y ahora IQVIA) que –previo pago del correspondiente precio, que es altísimo ya que se aprovecha de ser la única que lo hace y por consiguiente no tiene competencia- facilita a los laboratorios farmacéuticos un completísimo informe en donde quedan reflejadas las ventas de todos los laboratorios farmacéuticos y de todos y cada uno de sus productos (datos bastante fiables ya que proceden de un amplio y equilibrado panel de farmacias). Así, cada laboratorio puede conocer cuál es la posición de sus productos respecto a sus principales competidores y establecer las estrategias comerciales adecuadas para ganar más cuota de mercado.
Pero estos datos sólo circulan entre los laboratorios y raras veces llegan hasta el público general. Recuerdo que en una ocasión –cuando trabajaba en la industria farmacéutica- pasé a un periodista los datos de ventas anuales de los principales laboratorios del ranking. Cuando este publicó dicho ranking en su periódico, hubo algunos laboratorios que “protestaron enérgicamente” ante IMS y ante la patronal de la industria Farmacéutica, por la filtración a la prensa de estos datos (¡no querían que nadie supiese cuánto vendía su empresa, aunque las ventas de las compañías son datos de acceso público en España!). Como no era ningún secreto que yo había facilitado esos datos, ya que siempre he defendido la libertad de información y con ello lo único que hacía era ahorrar trabajo a los periodistas (a fin de cuentas podían acabarían obteniéndolos en el Registro Mercantil o de cualquier otra fuente) IMS se puso en contacto conmigo y me preguntó si yo los había “filtrado” a la prensa, a lo que respondí que sí puesto que se trataba de información pública que cualquier periodista podía conseguir y porque estaba (y estoy) convencido de que la transparencia era el mejor camino para que los laboratorios dejasen de tener esa infausta y negativa imagen.
En cualquier caso, acepté no volver a comunicar datos IMS de otros laboratorios, aunque sí seguí pasando los de mi propia compañía, ya que esos pertenecían 100% a mi compañía y el presidente de la misma apoyaba una política de comunicación transparente y proactiva, muy diferente a la de la mayoría de los laboratorios donde la oscuridad y la ocultación eran nota dominante.
Como ejemplo de lo anterior, aquí dejo el ranking de cómo estaba la industria farmacéutica en España en el año 2011 (la cifra es en millones de euros y entre paréntesis se refleja el porcentaje de cuota de mercado):
1.- Pfizer: 922.984.000 (8,9)
2.- Novartis: 752.418.000 (7,2)
3.- Merck & Co: 579.681.000 (5,6)
4.- Sanofi-Aventis: 564.989.000 (5,4)
5.- Almirall: 509.467.000 (4,9)
6.- Glaxo Smithkline: 460.663.000 (4,4)
7.- AstraZeneca: 459.201.000 (4,4)
8.- Lilly: 384.558.000 (3,7)
9.- Esteve: 371.763.000 (3,6)
10.- Johnson &Johnson: 363.282.000 (3,5)
11.- Boehringer Ingelheim: 320.010.000 (3,1)
12.- Bayer: 290.833.000 (2,8)
13.- Ferrer: 280.338.000 (2,7)
14.- Astellas Pharma: 204.499.000 (2,0)
15.- Abbot: 187.391.000 (1,8)
16.- Teva: 187.234.000 (1,8)
17.- Roche: 174.619.000 (1,7)
18.- Novo Nordisk: 158.366.000 (1,5)
19.- Menarini: 150.715.000 (1,4)
20.- Cinfa: 146.335.000 (1,4)
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