Al valorar los datos de seguridad de los medicamentos contra
el asma que pueden tomar las mujeres asmáticas, los fármacos inhalados son en
general preferidos porque actúan directamente sobre los pulmones, siendo
absorbida únicamente una porción muy pequeña de los mismos en el torrente
sanguíneo desde donde podría llegar al feto.
En este sentido, y según publicó hace años el Colegio
Americano de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI), los esteroides inhalados
deben ser la medicación profiláctica de elección en mujeres embarazadas con
asma persistente. De hecho, el asma afecta en torno a un siete por ciento de
las mujeres embarazadas y está considerada por lo médicos como una de las
posibles complicaciones graves que se pueden producir durante el embarazo.
Según el Dr. Michael Schatz, de Estados Unidos, “el asma no
controlada durante el embarazo puede provocar complicaciones serias, tanto para
la madre como para el niño, que pueden incluir presión arterial elevada y preeclampsia,
a la vez que el bebé puede tener un mayor riesgo de nacimiento prematuro, peso
bajo al nacer o incluso retraso en el crecimiento”.
Por ello es importante que los médicos ayuden a las mujeres
embarazadas a superar sus temores acerca del uso de medicación antiasmática y
que les informen que los estudios clínicos han demostrado que los fármacos más
comúnmente utilizados en el asma y en la alergia no se asocian a un incremento
de riesgo para el feto.
No obstante, el Dr. Schatz insiste en recordar que las
pacientes asmáticas deberían evitar al máximo la exposición a factores
desencadenantes del asma, como por ejemplo el humo del tabaco, para reducir la
necesidad de medicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario