(El Inefable) Se piensa equivocadamente que el día más largo
del año corresponde al solsticio de verano (21 de junio en 2015) o que el más
corto corresponde al solsticio de invierno (22 de diciembre en 2015), ya que
ambos ofrecen las mayores o menores horas de luz diurna respectivamente; sin
embargo ambos duran 86.400 segundos, exactamente igual que los restantes días
del año. Sin embargo hoy 30 de junio el día tendrá un segundo más,
concretamente 86.401, el cual se añadirá al último minuto del día (entre las
23.59 y las 00:00 h.) que pasará a tener 61 segundos en vez de 60. ¿Cuál es la
razón de todo esto?
Nuestro planeta, debido a las fuerzas de atracción del Sol y
de la Luna (esta última se va alejando cada vez más de nosotros), está disminuyendo
su velocidad de rotación. En consecuencia, para reajustar el calendario humano
con el movimiento de los astros, debe añadirse un segundo más cada varios años.
Esto es algo que ya ha sucedido otras veces. Desde el año 1.927 se ha hecho en
otras 26 ocasiones, la última de ellas en 2.012.
Con todo, esta medida también tiene sus detractores, muchos
de los cuales prefieren añadir una hora cada 600 años... aunque, está claro, ninguno
de ellos estaría vivo para presenciar ese momento. Y es que aunque sólo sea un
insignificante segundo, puede acarrear muchos problemas a la hora de la
sincronización de los programas informátícos, navegación, Internet, etc. como
así sucedió la última vez cuando dichos programas interpretaron ese segundo adicional
como un error.
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