(AZprensa) Con la desaparición de 700 antiguos estacionamientos para vehículos de motor y la creación en su lugar de carriles para bicicletas, zonas ajardinadas y áreas recreativas, Oslo ha concluido su proyecto de hacer desaparecer del centro de la ciudad todos los vehículos (a excepción de los eléctricos que tienen acceso limitado), convirtiéndose de esta forma en una ciudad de referencia en protección medioambiental.
Este proyecto comenzó en 1980 y ha seguido adelante a pesar de los sucesivos cambios de gobierno. Al principio, se pidió la prohibición total de los coches ya que la mayoría de los residentes en el centro de la ciudad no vivían allí todo el año. Sin embargo, el rechazo a este plan por parte de los comerciantes y propietarios de negocios en dicha zona hizo que el gobierno cambiara su enfoque y empezara a eliminar de manera gradual los lugares de estacionamiento.
Por el momento, todavía hay varios espacios dedicados al estacionamiento de conductores discapacitados o para vehículos eléctricos destinados a pequeñas cargas. De hecho, algunas calles están abiertas para camiones de reparto durante un par de horas por la mañana.
El propósito de la ciudad es claro: priorizar a los peatones, los ciclistas y el transporte público por encima de los automóviles privados. De hecho, ya se planifica una red de zonas peatonales totalmente libres de automóviles.
Estos cambios en la ciudad están diseñados, en parte, para ayudar a mejorar la calidad del aire y combatir el cambio climático, si bien la diferencia en la calidad de vida se hace ahora más inmediata.
Pero –y aquí viene una diferencia importante respecto a las medidas que se toman en otras grandes ciudades- como parte de estas medidas, se ha reducido el costo de tranvías y metro, se han ampliado las rutas del tranvía y se ha mejorado el servicio del metro.
También se ha ampliado y mejorado el servicio de alquiler de bicicletas, y han mejorado los carriles bici y los estacionamientos para las mismas. Y –como signo diferenciador de otras ciudades- se conceden subvenciones a todos los ciudadanos que quieran comprarse una bicicleta, y además pueden usarlas todo el año colocando en inviernom neumáticos para nieve, tal como se hace en los coches.
Para quien piense que estas medidas son perjudiciales para el comercio, hay que decir que se equivocan: Según el estudio realizado en otoño de 2018 se constató que el centro de la ciudad tenía un 10% más de peatones que el año anterior.
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