(AZprensa) Hasta ahora la consulta médica ha sido vista por los profesionales de la medicina desde su propia óptica. Sin embargo ¿qué piensan los pacientes del servicio que se les presta? Para entenderlo es necesario hacer un ejercicio de identificación con el paciente y ponerse en su lugar para analizar desde su óptica el panorama de actitud y servicio que perciben.
Los médicos necesitan reflexionar y ponerse en el lugar del paciente para tratar de entender cómo éstos perciben esa relación médico-pacientes. Cuando así lo hacen les pueden asaltar preguntas que antes nunca se hubiera siquiera imaginado. Puede comenzar a cuestionarse aspectos relativos a su credibilidad, apariencia, cortesía, capacidad de comunicación, etc... y comienza a entender el por qué de muchas de las reacciones de sus pacientes.
La orientación al cliente sigue siendo una asignatura pendiente en medicina y por ello es imprescindible que la organización sanitaria, hasta ahora sustentada sobre una sólo de las partes del binomio médico-paciente, adopte también el otro punto de vista, el del enfermo.
El contacto en sí con el sistema sanitario es mucho más que la calidad científica del acto médico. Son, precisamente, los aspectos que tienen que ver con la calidad del servicio y no con la calidad técnica, los que configuran en muchas ocasiones la satisfacción real del cliente.
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