(AZprensa) Todos aquellos pacientes que sufren dolor de cabeza una o más veces al mes, tienen una alta probabilidad de padecer jaqueca. En general la cefalea se presenta de forma brusca, afecta a la mitad de la cabeza, suele tener un carácter pulsátil y empeora con los movimientos de la cabeza y los esfuerzos físicos. Con frecuencia se acompaña de un aumento de sensibilidad a la luz (fotofobia) y ruidos (fonofobia) y pueden aparecer también náuseas y vómitos. Estos hechos condicionan que, con frecuencia, el paciente busque un lugar tranquilo (generalmente en cama con la habitación oscura) y guarde largos periodos de reposo.
Habitualmente, estos episodios se repiten de la misma forma, aunque la frecuencia, intensidad y duración puede oscilar de unos a otros. Al cabo de cierto tiempo, el paciente puede identificar situaciones o factores que condicionan o precipitan la aparición de estas crisis: estrés, esfuerzos físicos, cambios hormonales como la menstruación y ovulación, cambios climáticos, cambios en el ritmo habitual de su vida, exceso o falta de sueño, determinados alimentos, etc.
Actualmente el tratamiento específico más habitual se realiza mediante la utilización de triptanes, unos medicamentos que han demostrado una alta eficacia en las crisis de jaqueca, por lo que están indicados como tratamiento sintomático, ya que además de ser eficaces contra el dolor, alivian los síntomas asociados (náuseas, fotofobia y fonofobia) y no producen cefalea de rebote.
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