(AZprensa) Muchos presidentes de compañías farmacéuticas
han sabido ganarse el respeto y admiración de sus empleados, pero no todos han
sabido ganarse también su cariño; tal como sí sucedió con Carlos Trias quien
pasó de presidir Astra a presidir AstraZéneca en los primeros años de su
fusión. A lo largo de esos años dejó bien patente no sólo su capacidad de
gestión (la compañía se consolidó entre los líderes del mercado farmacéutico
español), sino su capacidad de liderazgo e integración humana con el equipo.
Estas fueron algunas de sus frases que bien pueden ilustrar
su legado:
“Los valores de las personas deben mantenerse; hay que hacer
cambios en las formas de actuar, pero no a expensas de los valores de la
compañía”.
“La proximidad física ayuda a que los grupos trabajen
conjuntamente facilitando al tiempo la interacción interdepartamental”.
“Debemos ser capaces de potenciar la implicación de todos
los miembros de la organización a través de valores compartidos, de una cultura
de confianza, autonomía de decisión, mejora, innovación y aprendizaje
continuos”.
“Debemos conseguir transmitir a la sociedad el valor que
aportamos a la misma; es decir, la mejora de la salud y de la calidad de vida
de los ciudadanos, el hecho de que los resultados obtenidos son necesarios para
asegurar nuestras inversiones en investigación y que realmente estas
inversiones se materializan y, además, que realizamos unas buenas prácticas en
nuestra forma de actuar”.
La historia de AstraZéneca contada por su responsable de Comunicación cuando ya estaba jubilado y, por tanto, podía hacerlo sin tener que rendir cuentas a nadie...
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