(AZprensa) Expertos
reunidos en el Colegio de Médicos de Madrid han hecho hincapié en el problema
que supone el elevado precio de los medicamentos para la sostenibilidad del
Sistema Nacional Salud y ha pedido la unión e implicación de todos los sectores
(médicos, Administración, políticos, ciudadanos y estudiantes de Medicina) para
luchar contra los laboratorios farmacéuticos.
Así, por ejemplo,
Fernando Lamata, experto en política y gestión sanitaria, ha explicado que “con
los medicamentos ocurre algo inexplicable, un fármaco que, por ejemplo, cuesta
fabricarse cinco euros se está pagando a mil”. Por su parte, Javier Sánchez
Caro, abogado y miembro de la Real Academia Nacional de Medicina, ha pedido
“encontrar un precio justo y adecuado, cercano al de coste”. También Roberto
Sabrido, presidente de la “Asociación para un acceso justo al medicamento”, ha
subrayado que “más de dos millones de personas en España han tenido problemas
de acceso a los medicamentos por cuestiones económicas en 2016” y ha añadido
que el médico está sometido a una gran presión por parte de la industria
farmacéutica.
Pero,
sorprendentemente, después de esta reunión y todas estas declaraciones (las
citadas son solo un pequeño ejemplo), la industria farmacéutica ha agachado la
cabeza y no ha dicho ni “mu”. Y por supuesto no ha habido ninguna voz que diga
el por qué son tan caros los nuevos medicamentos... ¿Cuál es la razón? Se suele
hablar de todo lo que cuesta la investigación... pero eso sólo es una parte de
la verdad, no la raíz del problema. ¿Dónde está, pues, el origen del problema?
Pues resulta que desde
hace ya muchos años, cuando un laboratorio lanzaba un nuevo producto, no podía
ponerle el precio que quería sino el que marcaba la Sanidad pública (que a fin
de cuentas es su principal y casi exclusivo cliente). Pero esto sólo era el
comienzo del problema... porque pasaban los años y subía el coste de las materias
primas, el coste de los salarios, el coste de los envases, el coste de la
modernización y mantenimiento de las instalaciones, el coste... de todo menos
de una cosa: el precio de venta del medicamento. Todos estamos acostumbrados a
que cualquier producto o servicio vaya subiendo de precio con el paso de los
años, pero los medicamentos eran la excepción: una vez fijado el precio este no
podía subirse nunca más. Y no sólo eso, sino que ya en años más recientes, en
algunos países como España el Gobierno les ha ido aplicando una sucesiva bajada
de precios.
Llegaba un momento en
que el coste de fabricar un medicamento era más caro que el precio al que se
vendía, y entonces había que retirarlo del mercado, salvo que fuese única
opción terapéutica disponible, y entonces se le permitía excepcionalmente
aumentar algo su precio.
Pero los laboratorios
no esperaban a eso. Optaron por seguir investigando para sacar nuevos productos
que llevasen un precio más actual o simplemente cambiar ligeramente la
composición para que se considerase nuevo producto y así se pudiera justificar
un precio más actual.
Esto condujo al uso y
abuso de ficticias “novedades terapéuticas”, que en realidad sólo eran excusas
para conseguir un precio más justo. Esto condujo a la proliferación de miles de
medicamentos todos ellos muy similares y a la presión de los Visitadores
Médicos para que recetasen el suyo. Y todo esto ha conducido a que –cuando un
laboratorio descubre por fin un medicamento innovador- se salga de madre y
ponga un precio desorbitado para compensar lo poco rentable que resulta vender
millones y millones de envases de antihipertensivos, hipocolestrolemiantes,
analgésicos, etc. a poco más de un euro el PVP, mucho más barato que un paquete
de cinco chicles (que dicho sea de paso no ha necesitado tanta investigación y
encima puede actualizar su precio cuando quiera).
En definitiva:
¿Conoces algún sector en donde el precio de sus productos lo fije el comprador,
dicho precio no suba nunca a pesar de la inflación, y encima pasado el tiempo
rebajen aún más su precio?
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