(AZprensa) En una entrevista con el Colegio de Médicos de Cantabria, el Dr. Javier Crespo, jefe del Servicio de Digestivo de Valdecilla y presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva, ha hablado sobre la hepatitis en España con respecto a Europa, destacando que “esta infección previa por virus C registra índices más altos en nuestro país pero ahora España ha tratado masivamente la enfermedad y es, junto con Islandia, uno de los dos países que antes va a erradicar la hepatitis C porque ha hecho muy bien los deberes”.
La Organización Mundial de la Salud asegura que la baja cobertura de las pruebas diagnósticas y del tratamiento es el problema más importante que hay que resolver para lograr la eliminación mundial de la hepatitis en 2030, un reto que se ha propuesto la OMS y que es alcanzable porque, según la organización, si se invirtieran 6.000 millones de dólares anuales para erradicar la dolencia en países de pequeños y medianos ingresos, se evitaría la muerte prematura de 4,5 millones de personas en el mundo en los próximos 10 años.
Con respecto a la hepatitis B, Crespo indica que “tiene una prevalencia del 0,7 por ciento de antígeno de superficie, de infección por virus B, pero en este virus hay que diferenciar infección y enfermedad y solo el 10 por ciento de los infectados están enfermos, cifras bajas que coinciden con la media registrada en España”.
Javier Crespo también recuerda la enorme evolución en el tratamiento de las enfermedades hepáticas con datos concretos: “hace 20 años los enfermos con colangitis biliar primaria tenían que ser trasplantados, hoy en día con esta patología prácticamente nadie necesita un trasplante gracias a los nuevos tratamientos; el hepatocarcinoma ha pasado de ser mortal a poderse tratar con trasplante, resección quirúrgica, tratamiento sistémico o radioterapia; la hepatitis C era prácticamente incurable y ahora se cura casi en el cien por cien de los casos; la B se controla aunque no se cura, y, por desgracia, ha habido pocos avances en la enfermedad hepática por consumo de alcohol, seguimos detectando tarde a los pacientes y no se les presta la atención adecuada, sobre todo porque se hace tarde el diagnóstico. Además, aparecen otros problemas, como la esteatohepatitis no alcohólica, una enfermedad que estamos detectando con más prevalencia que antes, como en Estados Unidos, donde era residual hace 25 años y ahora es la causa más frecuente de trasplantes, asociada a obesidad o a síndromes metabólicos. Su causa es la alimentación actual y los malos hábitos de vida como el sedentarismo, es la enfermedad de la inactividad”. Crespo añade que “hoy en día tiene grasa en el hígado el 25 por ciento de la población, y de ellos el 5 por ciento tendrá problemas hepáticos en el futuro”.
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