viernes, 2 de septiembre de 2022

El poder adictivo del periodismo

(AZprensa) Comprendí muy pronto –por propia experiencia- que la utilización de la Comunicación a través de un Gabinete de Prensa podía ser un complemento perfecto de la Publicidad… siempre y cuando cada una ocupase su lugar sin irrumpir en el terreno de la otra.
 
Fue así como –tras el éxito de la campaña de comunicación para anunciar el cambio de Zeltia Agraria a ICI-Zeltia- me autonombré Jefe de Prensa y gesté un Departamento de Prensa unipersonal, con la ayuda tan sólo de la secretaria para la realización de llamadas, envío de faxes, actualización permanente del fichero de contactos y elaboración de informes mensuales con lo que buenamente podía ir recopilando gracias a la ayuda de los delegados comerciales a quienes avisaba cuando iba a enviar una Nota de Prensa a su zona y estos miraban en los periódicos y me remitían lo que saliese publicado. Por lo que respecta a los medios nacionales y revistas, el seguimiento sí que lo hacía desde central.
 
No recibí más sueldo por esto, no me aumentaron el Presupuesto de Publicidad ni me dieron un presupuesto especial para estas acciones, ni siquiera puse “Jefe de Prensa” o “Jefe de Comunicación” en mis tarjetas de visita, y en cambio mi volumen de trabajo se vio aumentado de forma considerable. ¿Y sabéis qué? Pues que disfruté como nunca lo había hecho antes. Era autodidacta y estaba aprendiendo sobre la marcha, a base de intuición y experiencia. De esta forma fui descubriendo qué tipo de informaciones obtenían más repercusión y cuáles menos, y hubo descubrimientos bastante valiosos.
 

“Memorias de un Dircom”: 

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