(AZprensa)
Los logotipos son la cara visible de una marca, ya sea un club deportivo, una
empresa comercial o una institución. Son símbolos que encapsulan valores,
historia y emociones, pero también deben reflejar la relevancia y modernidad de
la entidad que representan. En un mundo dinámico, donde las tendencias
visuales, las tecnologías y las expectativas del público cambian rápidamente,
la evolución de los logotipos se convierte en una necesidad estratégica para
muchas organizaciones. Sin embargo, estos cambios a menudo generan resistencia,
como ilustra el caso del Atlético de Madrid, que revirtió el rediseño de su
escudo ante la oposición de sus socios, frente al éxito de otros como la
Juventus, que abrazó un cambio radical, o empresas comerciales que renuevan sus
logotipos con resultados positivos.
Por
eso vamos a exponer por qué los logotipos deben evolucionar, cuáles son los
beneficios de adaptarse a los nuevos tiempos, y cómo debemos gestionar el
equilibrio entre innovación y tradición, ya que innovación y tradición no
tienen por qué estar reñidas…
¿Por
qué deben evolucionar los logotipos?
Relevancia
cultural y estética: Los gustos visuales cambian con el tiempo. Un logotipo que
parecía moderno hace décadas puede percibirse como anticuado hoy. Las
tendencias en diseño, como el minimalismo, la simplicidad o el uso de paletas
de colores modernas, influyen en la percepción de una marca. Por ejemplo, el
rediseño del escudo del Atlético de Madrid en 2017 buscó un estilo más limpio y
armónico, alineado con las tendencias actuales, para proyectar una imagen
fresca y global.
Adaptación
a nuevos medios: La digitalización ha transformado la forma en que las marcas
interactúan con su público. Los logotipos deben ser versátiles para funcionar
en plataformas digitales, desde íconos de aplicaciones hasta redes sociales,
donde la claridad en tamaños pequeños es crucial. El rediseño de la Juventus en
2017, que pasó de un escudo tradicional a una "J" estilizada, fue
diseñado para destacar en entornos digitales y ser fácilmente reconocible en
cualquier formato.
Atracción
de nuevas audiencias: Las marcas, especialmente las globales, buscan captar a
generaciones más jóvenes o mercados internacionales. Un logotipo renovado puede
reflejar una mentalidad progresista y abierta. Empresas como Pepsi o Airbnb han
evolucionado sus logotipos para conectar con audiencias globales, manteniendo
su esencia pero proyectando modernidad.
Reflejo
de cambios internos: Un rediseño puede señalar una nueva etapa en la estrategia
o valores de una organización. Por ejemplo, cuando Microsoft actualizó su
logotipo en 2012, el diseño más limpio y geométrico reflejaba su transición
hacia la innovación tecnológica y la nube, alejándose de su imagen de los años
90.
Diferenciación
competitiva: En mercados saturados, un logotipo actualizado puede ayudar a
destacar frente a la competencia. La Juventus, con su cambio radical, se
posicionó como una marca global más allá del fútbol, compitiendo en el terreno
del entretenimiento y la moda.
A todo esto hay que sumar que el rediseño de un logotipo –si está bien ejecutado- puede aportar aporta múltiples beneficios a la empresa:
Modernización
de la imagen: Un logotipo actualizado proyecta dinamismo y relevancia, como en
el caso de Burger King, que en 2021 recuperó elementos retro pero con un
enfoque minimalista, conectando con la nostalgia mientras se mantenía
contemporáneo.
Mayor
versatilidad: Diseños simplificados funcionan mejor en entornos digitales y
físicos, como el logotipo de Mastercard, que eliminó el texto en 2019 para
centrarse en sus círculos entrelazados, fácilmente reconocibles en cualquier
contexto.
Fortalecimiento
de la narrativa de marca: Un rediseño puede reforzar los valores actuales de la
marca. El nuevo logotipo de la Juventus, con su simplicidad y audacia, reflejó
su ambición de ser una marca global de estilo de vida.
Incremento
del valor comercial: Empresas como Apple, cuya manzana evolucionó de un diseño
detallado a uno minimalista, demuestran cómo un logotipo moderno puede
convertirse en un activo icónico que impulsa el valor de la marca.
La resistencia al cambio: El caso del Atlético de Madrid
A
pesar de los beneficios, los rediseños de logotipos suelen enfrentar oposición,
especialmente en contextos donde la tradición y la identidad emocional son
centrales, como en los clubes de fútbol. El Atlético de Madrid presentó en 2017
un escudo rediseñado que suavizaba las líneas, eliminaba detalles complejos y
adoptaba un estilo más moderno. Aunque el cambio buscaba mejorar la legibilidad
y reflejar una imagen global, los socios del club lo percibieron como una
ruptura con la historia y los valores del equipo. La presión de los
aficionados, que organizaron protestas y campañas, llevó al club a anunciar en
2023 la vuelta al escudo anterior.
A todo esto hay que sumar que el rediseño de un logotipo –si está bien ejecutado- puede aportar aporta múltiples beneficios a la empresa:
La resistencia al cambio: El caso del Atlético de Madrid
Este
caso ilustra los riesgos de subestimar el apego emocional de las audiencias.
Los aficionados no solo ven el escudo como un logotipo, sino como un símbolo de
identidad colectiva. La falta de una comunicación efectiva y la percepción de
que el cambio fue impuesto sin consulta contribuyeron al rechazo.
El
éxito de la audacia: El caso de la Juventus
En
contraste, la Juventus de Turín optó en 2017 por un cambio drástico, abandonando
su escudo tradicional por una "J" estilizada en blanco y negro. Este
diseño minimalista, que rompió con los elementos heráldicos típicos de los
clubes de fútbol, fue inicialmente criticado por algunos tifosi. Sin embargo,
el club mantuvo su apuesta, respaldada por una estrategia clara: posicionarse
como una marca global, comparable a gigantes del entretenimiento. La Juventus
comunicó el cambio como un paso hacia el futuro, y el nuevo logotipo, diseñado
para ser versátil y reconocible en cualquier medio, ha sido un éxito comercial,
impulsando merchandising y colaboraciones con marcas como Adidas.
La
diferencia clave entre ambos casos radica en la gestión del cambio. La Juventus
acompañó el rediseño con una narrativa sólida, explicando su visión de
modernidad y globalización, mientras que el Atlético de Madrid no logró
conectar emocionalmente con sus aficionados ni justificar la necesidad del
cambio.
Lecciones
desde las empresas comerciales
Las
empresas comerciales suelen gestionar mejor la evolución de sus logotipos,
ofreciendo lecciones valiosas para cualquier organización. Veamos algunos
ejemplos:
Comunicación
transparente: Marcas como Pepsi, que ha actualizado su logotipo varias veces,
acompañan los cambios con campañas que explican cómo el nuevo diseño refleja su
evolución. En 2023, Pepsi presentó un logo que combinaba nostalgia con
modernidad, generando entusiasmo entre los consumidores.
Participación
de las audiencias: Antes de lanzar un rediseño, empresas como Airbnb realizan
pruebas con usuarios para evaluar la recepción. Esta retroalimentación ayuda a
ajustar el diseño y preparar al público para el cambio.
Evolución
gradual: Marcas como Google han optado por cambios sutiles, ajustando
tipografías o colores sin alterar la esencia, lo que reduce la resistencia. Su
logotipo de 2015 simplificó la tipografía para mejorar la legibilidad digital,
manteniendo el esquema de colores icónico.
Cuidado
en la implementación: Empresas como Nike aseguran que el nuevo logotipo se
implemente consistentemente en todos los puntos de contacto, desde productos
hasta publicidad, reforzando su impacto.
Tradición
vs Innovación
Para
que un rediseño sea exitoso, las organizaciones deben equilibrar tradición e
innovación y para ello es necesario…
Respetar
la herencia: Incluir elementos que evoquen la historia de la marca, como
colores o formas icónicas, ayuda a mantener la conexión emocional. El rediseño
de Coca-Cola en 2020 mantuvo su tipografía clásica mientras introducía
variaciones modernas.
Involucrar
a las audiencias: Consultar a los stakeholders, ya sean aficionados o clientes,
y explicar los motivos del cambio fomenta la aceptación.
Alinear
el diseño con la estrategia: El nuevo logotipo debe reflejar los objetivos de
la organización, ya sea llegar a nuevos mercados, modernizarse o destacar en lo
digital.
Gestionar
la transición: Un lanzamiento bien planificado, con campañas que celebren el
cambio, puede convertir la evolución en una oportunidad de conexión con el
público.
La
evolución de los logotipos es una necesidad en un mundo donde las marcas deben
mantenerse relevantes, versátiles y conectadas con su público. Aunque casos
como el del Atlético de Madrid muestran los riesgos de ignorar el apego
emocional, ejemplos como la Juventus o empresas como Apple, Pepsi y Nike
demuestran que un rediseño bien ejecutado puede fortalecer la identidad y el
valor de una marca. La clave está en equilibrar tradición e innovación,
comunicando con claridad y cuidando cada detalle de la implementación. Como
dijo el diseñador Milton Glaser, creador del logo de "I NY": “Un buen logotipo no solo
representa, sino que inspira”. Para inspirar en el futuro, los logotipos deben
evolucionar con los tiempos, llevando consigo la esencia de lo que representan.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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