domingo, 18 de mayo de 2025

Israel tiene muchos amigos, la España de Pedro Sánchez muy pocos

(AZprensa) Quien siga creyendo que el Festival de la Canción de Eurovisión es un festival musical en donde compiten canciones de distintos países para ver cuál es la mejor canción, es un infeliz o un ignorante. En este festival se tiene muy poco en cuenta la calidad de la canción, se puntúa algo más la extravagancia de la puesta en escena, y lo que verdaderamente vale puntos para optar a los primeros puestos son las buenas relaciones de cada país con los demás países participantes.
 
El festival de Eurovisión de este año no ha sido una excepción y nos ha dejado una lección muy clara: Israel cuenta con las simpatías de la mayoría de los países, mientras que la España de Pedro Sánchez se ha ganado las antipatías de casi todos. Así no es de extrañar que España haya quedado antepenúltima (la 24 de 26 participantes); sólo ha superado a la modesta Islandia, que siempre va a su aire, y a la pequeña San Marino. Por el contrario, este año la ganadora ha sido Austria y la segunda clasificada Israel. Por cierto, también Ucrania goza de simpatías tal como refleja su meritorio puesto número nueve.
 
Pero ¿qué ha pasado este año con España para quedar tan mal? La culpa no es de la intérprete, Melody, ni de su mediocre canción, ni de su puesta en escena (una más entre el montón); la culpa ha sido de Pedro Sánchez y su gobierno, empeñados en politizar todo, incluido este Festival.
 
Durante las semifinales, los comentaristas de RTVE cargaron contra Israel por su conflicto bélico con Palestina e incluso pidieron a los organizadores que no invitaran más a participar a Israel. La organización del festival les dio una reprimenda, les amenazó con sanciones por no respetar las reglas del festival, y les dijo que se abstuviesen de comentarios políticos. Lejos de callar los presentadores de RTVE, cuando tocó el turno de la intervención de Israel mostraron en pantalla un anuncio que decía “Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina”. (Curiosamente la televisión estatal, RTVE, nunca ha criticado los crímenes y atrocidades cometidos por Palestina, o sea, que para el gobierno de Pedro Sánchez el silencio sí es una opción, una opción para manejarla de forma hipócrita y parcial).
 
Bueno, hay un dicho español (¡qué sabia es la cultura popular!) que dice: “¿Qué no quieres caldo? ¡Pues toma dos tazas!”. Que traducido a lenguaje Eurovisivo quiere decir: “¿Qué no te gusta Israel? ¡Pues ahora le damos a Israel más votos de los que se merece, y a ti no te votamos y te vas a la cola de la clasificación! ¡Por tonto y por meter la política en esto!”. Dicho y hecho: Israel en el segundo puesto y España en el antepenúltimo.
 
Dice la presidenta de la Comunidad de Madrid (que no se calla nunca ante las tropelías de la dictadura de Pedro Sánchez): “RTVE es esta gala es, de lejos, la más secuestrada por la politización bochornosa de todo lo público en manos de su gobierno. Síntoma de debilidad y decadencia”. Y añade, respecto a la hipocresía de este Gobierno: “Ya nos gustaría ver a los del numerito de Eurovisión con Israel, decir algo del terrorismo, o de la ejecución o encarcelación a homosexuales en países musulmanes”.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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