Por poner un ejemplo
sobre el anterior post en el que hablábamos de recetas de alta cocina para
hipertensos, aquí traemos un ejemplo práctico que demuestra cómo se puede
cocinar sin sal y obtener unos platos de alta calidad gastronómica.
Filetes de sargo real en
su jugo, a las hojas de limonero
Ingredientes: 2 sargos
reales de 800 g. aproximadamente; 8 hojas de limonero; 40 g. de ajos; 100 g. de
cebolla tierna; 200 g. de tomates; 100 g. de patatas; ½ dl. de aceite.
Se limpian los sargos y
se hacen dos filetes de cada uno. En una cazuela se pone la mitad del aceite,
se añaden la cebolla y los ajos y se estofa a fuego lento; seguidamente se
añaden la mitad de los tomates cortados a trozos, la patata resquebrajada
(operación que se realizará envolviéndola en un trapo y dándole un golpe seco),
y se saltea todo junto.
Cuando haya adquirido
color se agregan las espinas y las cabezas del pescado bien limpias, se añade
el agua justa para cubrir y se cuece durante 40 min. Una vez transcurrido este
tiempo se incorporan 6 hojas de limonero y se deja cocer 5 min. Más, tras los
cuales se pasa por el colador chino y se reserva.
Se limpian el resto de
tomates sacándoles las semillas y cortándolos a dados.
En una sartén
antiadherente con una cucharada de aceite se cuecen los filetes de sargo, se
retiran y en la misma sartén se incorporan 2 dl. del caldo de sargo y se deja
hervir 5 min.; a continuación se agregan los dados de tomate y las dos hojas de
limonero finamente cortadas, y se hace que el caldo ligue con dos cucharadas de
aceite.
Finalmente se disponen
los filetes en cuatro platos calientes y se cubren con la salsa.
¿Quién dijo que los
hipertensos sólo pueden comer una cocina aburrida y sin sabor?
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