jueves, 14 de noviembre de 2013

Los analgésicos han cambiado la actitud ante el parto

La introducción de diversas técnicas regionales para el control del dolor del parto (como la epidural, intradural o la combinación de ambas) ha supuesto un profundo cambio de actitud ante el parto. También, la utilización de algunos anestésicos locorregionales de larga duración, como Naropin (ropivacaína) han contribuido a ello.

Este anestésico, por ejemplo, se comporta a dosis altas como un anestésico eficaz y proporciona un profundo bloqueo sensitivo y motor. En estas condiciones permite una profunda relajación muscular y una predecible anestesia quirúrgica. Sin embargo, a dosis bajas, Naropin es un eficaz analgésico que proporciona casi exclusivamente un bloqueo sensitivo, con mínimo bloqueo motor, por lo que está especialmente indicado para el control del dolor del parto y del dolor post-quirúrgico.

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