El año 2010 se ha cerrado con malos resultados para el Ministerio de Sanidad e Igualdad. El Centro Jurídico Tomás Moro ha denunciado que las campañas supuestamente de prevención llevadas a cabo por el Ministerio de Sanidad, están propiciando un incremento significativo de casos de VIH/SIDA entre la juventud, un aumento desproporcionado del número de abortos entre las menores de edad, y un significativo incremento de casos de violencia de género entre menores.
Efectivamente, al incremento de la denominada violencia de género, debido a la falta de iniciativas viables por parte del extinto Ministerio de Igualdad, se suma el preocupante incremento de menores afectados por el virus de VIH/SIDA, pues según datos del Centro Sandoval de Madrid presentados en el último congreso de Gesida, la tasa de positivos que están dando a la población entre 13 y 20 años ha pasado del 1,8% en 2004 al 9,7% en 2009, datos que no han sido negados por el Ministerio de Sanidad, y que se confirman por las propias estadísticas que maneja el Ministerio.
El preocupante incremente de menores afectados por el Sida, que amenaza con convertirse en una autentica epidemia entre la juventud española, motivó que el pasado 15 de diciembre el Centro Jurídico Tomás Moro presentara ante el Ministerio de Sanidad un escrito ejercitando el derecho de petición constitucional, por el que se solicitaba la adopción, por parte del Ministerio, de nuevas campañas de lucha contra el VIH juvenil, mediante el fomento de la abstinencia, y la fidelidad sexual, descartando campañas que favorezcan la precocidad y promiscuidad sexual, pues dichas campañas han demostrado ser contraproducentes para atajar la lacra del VIH. De igual forma, se solicitaba la iniciación de campañas de concienciación, dirigidas tanto a jóvenes como a padres, sobre los riesgos de una temprana iniciación en las relaciones sexuales de los menores, riesgos que se concretan en el incremento de trastornos psíquicos y emocionales graves, al igual que el peligro que dicha temprana iniciación supone en el aumento de las conductas violentas y sexistas.
Ante la denuncia pública realizada por el CJTM, y los claros datos estadísticos que hablan de un incremento preocupante de menores afectados por la infección de VIH-SIDA, la Subdirectora General de Atención al Ciudadano respondió a la petición del Centro Jurídico haciendo caso omiso a los datos estadísticos de su propio Ministerio, y dejando en una situación de clara desprotección a nuestros menores.
Efectivamente, el propio Ministerio de Sanidad llega a afirmar en su escrito de contestación que no existe evidencia científica que la información a menores de edad sobre el uso del preservativo y su mayor accesibilidad favorezca la promiscuidad sexual; sin embargo, el propio Ministerio se muestra contradictorio, pues unos párrafos después refiere el incremento del número de abortos que se producen entre la población juvenil.
De igual forma, las estadísticas oficiales demuestran que en los últimos años ha aumentado significativamente el número de menores afectados por el SIDA, incremento que corre paralelo con el aumento de campañas institucionales de difusión del preservativo entre la población infantil. (Ver gráfica adjunta).
Igualmente, el propia Ministerio manifiesta las incoherencias propias del sistema político actual, pues reconoce que los padres y las madres “deberían implicarse más y cobrar mayor protagonismo en su educación sexual [la de los jóvenes]”, sin embargo, el Ministerio de Educación se negó a admitir la implicación de los padres en la educación de los menores, al impedir la objeción a la asignatura de educación a la ciudadanía, el propio Tribunal Constitucional, en reciente Sentencia del 2 de diciembre pasado, ha denegado a unos padres la posibilidad de enseñar a sus hijos en su propio domicilio sin escolarizarlos en un centro educativo oficial, y el propio Ministerio de Sanidad se ha negado a responder favorablemente a la propuesta realizada por el Centro Jurídico Tomás Moro. Es decir, el Ministerio de Sanidad, al igual que el Ministerio de Educación, no han buscado en ningún momento políticas de participación activa de los padres en la educación sexual de los menores, a pesar de que la educación es una materia que por derecho natural corresponde exclusivamente a los padres, sino que han tendido a la ideologización de la educación.
Es decir, frente a la evidencia científica y estadística, en el sentido del preocupante incremento de la infección del VIH entre menores de edad, el Ministerio decide seguir con las campañas de prevención que tan tristes resultados están cosechando.
Es ocioso recordar, que el incremento de las campañas indiscriminadas del uso del preservativo entre los menores de edad está reportando perjuicios evidentes:
1.- Incremente de infecciones del VIH-SIDA, tal y como quedó referenciado en nuestro escrito del pasado 15 de diciembre.
2.- Aumento del número de abortos. Según el Registro de Interrupción Voluntaria del Embarazo (Aborto), en 2008, 14.939 chicas de entre 15 y
19 años abortaron, es decir, de todas las mujeres que abortaron a sus hijos, el 12.89% de ellas tenían menos de 19 años.
3.- Aumento de violencia de género entre las menores de edad. La memoria sobre menores del año 2008, de la Fiscalía General del Estado, manifiesta el incremento, en torno a un 26%, de las infracciones relativas a la violencia de género y contra la libertad sexual imputadas a menores.
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