Es bien sabido que el tabaco, así como la inhalación del humo, tiene efectos perjudiciales para la salud: enfermedades respiratorias o digestivas, patologías cardiovasculares o mayor prevalencia de padecer cáncer, son algunos de los problemas. Sin embargo, aunque se habla menos de ello, el consumo de tabaco y el tabaquismo pasivo influyen también de manera negativa sobre la salud de nuestra boca.
Por ese motivo, Vitaldent ha hecho público un decálogo con “10 razones para dejar de fumar”, relacionándolo con los problemas que puede causar este hábito en nuestra salud oral:
1.- Cáncer oral. El tabaco es una de las principales causas del cáncer oral. En concreto, el riesgo de sufrir cáncer de boca es seis veces mayor en una persona fumadora.
2.- Aparición de caries. Fumar reduce la cantidad de saliva que se produce en la cavidad oral, por lo que aumenta el riesgo de que aparezcan caries.
3.- Caries en tus hijos. Los pequeños con dientes de leche que están expuestos al humo del tabaco son más propensos a sufrir caries en sus piezas dentales. Esto se debe a que, tras la metabolización de la nicotina, permanecen en el organismo unos niveles altos de una sustancia residual, la cotinina, que fomenta la aparición de caries.
4.- Formación de sarro. Los componentes del humo facilitan la formación de placa en la superficie dental. Si no se limpia eficazmente, esta placa se endurece y forma sarro.
5.- Enfermedad periodontal. Fumar reduce el flujo sanguíneo y el aporte de nutrientes vitales para las encías. Además, provoca la acumulación de bacterias en la placa que se endurece y provoca que se inflamen las encías. Por eso, es más frecuente que aumenten las probabilidades de desarrollar enfermedad en las encías, pérdida de hueso e incluso la pérdida de dientes.
6.- Menor éxito con los implantes dentales. Estudios han demostrado que el éxito del tratamiento con implantes se reduce hasta en un 25% en pacientes fumadores.
7.- Mal aliento. Al fumar, se reduce el flujo de la saliva y aumenta la presencia de bacterias, lo que fomenta el mal aliento.
8.- Pérdida del gusto. El tabaco puede también provocar la inflamación del paladar y la reducción de la saliva. Ello contribuye a la reducción del efecto de las papilas gustativas.
9.- Llagas bucales. Las llagas, las irritaciones y las lesiones orales producidas por el consumo de tabaco pueden llegar a ser dolorosas, además de interferir a la hora de comer o hablar. Cualquier llaga bucal que persista durante más de una semana deberá ser examinada por un especialista.
10.- Dientes machados. La nicotina y el alquitrán pigmentan los dientes provocando manchas amarillentas y marrones que deterioran la estética de nuestra sonrisa.
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