Si hay alguien estrechamente relacionado con los golpes,
estos son los niños. Por eso, el campo de la pediatría y de los médicos
generales que veían niños, era fundamental para conseguir la prescripción de
Tantum pomada (benzidamina). Se hicieron diversas series de folletos que iban
cambiando la portada para cada visita y en el interior se destacaba sobre todo
su doble acción antiinflamatoria y analgésica.
Antiinflamatoria sin modificar las defensas fisiológicas,
acumulándose exclusivamente en el tejido inflamado, estabilizando la función
celular a nivel de sus membranas y rompiendo –gracias a su acción vascular e
histoprotectora- el círculo vicioso sustancias inflamatorias-inflamación.
Antálgica inmediata por la rápida absorción y efecto
terapéutico de la benzidamina, posterior por resolver el edema y transformar la
cicatrización de pasiva en activa, y duradera por proteger las terminaciones
sensitivas y suprimir los mecanismos bioquímicos irritantes de las mismas.
Por eso, en el caso de los niños, “por arriesgada que haya sido
la excursión y sus consecuencias dolorosas” la solución es Tantum pomada...
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