Uno de los más firmes competidores de Synalar Rectal era
Hemorrane, de los laboratorios Leo. Estos laboratorios de origen escandinavo
invertían mucho dinero en la publicidad de este producto, sobre todo en revistas,
y no sólo en la suya propia (“Leo habla de Escandinavia”) sino también en el
resto de revistas médicas. Pero a lo largo de los años, su campaña publicitaria
era siempre la misma, una misma frase y la fotografía a página entera de una
mujer despampanante. Cada poco tiempo iba variando la foto de la mujer, a cuál
más exuberante y provocativa. Aunque no llegaban a estar tan ligeras de ropa
como las que publica el diario As en su última página, sí que eran insinuantes
y provocativas. Pero ¿cuál era la frase que acompañaba siempre esas imágenes?
Era esta: “Sólo Vd., doctor, y Hemorrane, conocen el secreto problema de esta
bella mujer”. Es decir, que esos bombones, esas preciosidades de mujer tenían
hemorroides. Sin embargo, a tenor por la cara de satisfacción que mostraban, su
problema ya debía estar resuelto, y por supuesto gracias a Hemorrane.
No había varón en este país que no quedase prendado de
aquellas mujeres y era tan clara la asociación con la marca del producto, que
Hemorrane se convirtió y se mantuvo con gran éxito entre los antihemorroidales.
1 comentario:
Algo bello entre tanta inflamacion de las venas,porque hasta el nombre es feo.
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