(AZprensa) La evaluación económica es un tema que nunca ha despertado
mucho interés en los profesionales sanitarios debido, fundamentalmente, a la
creencia de que la salud es prioritaria y está por encima de las
consideraciones económicas, y el desconocimiento por parte de los profesionales
acerca del modo en que la economía de la salud puede ser de ayuda.
Los programas de salud se elaboran a fin de mejorar la salud
de una población en uno o más aspectos. Para conocer cuánto se ha conseguido
mejorar la salud como consecuencia de la actuación de los servicios sanitarios,
es necesario evaluar los resultados de dichos programas.
Como comenta el Dr. Álvaro Bonet Pla, médico de familia y
autor de un libro sobre este tema específico, “al quedar las aportaciones de la
economía de la salud al margen de los intereses de la mayor parte de los
profesionales que prestan la atención sanitaria, se ha producido por un lado un
gran vacío de estudios acerca del trabajo que esos profesionales realizan y,
por otro lado, una relativa monopolización del campo de la evaluación económica
por parte de planificadores y gestores sanitarios”.
Por ello entiende que también el médico de familia debe
participar en la evaluación económica de su propio trabajo, sobre todo porque
en los estudios de coste/eficacia se tienen en cuenta, no sólo el precio del
medicamento, sino también la calidad de vida del paciente, su evolución a lago
plazo, el cumplimiento terapéutico, etc., factores todos ellos que nadie mejor
que el propio médico de familia puede conocer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario