(AZprensa) Recuerdo que en el año 2000 ofrecí a
“Médicos sin Fronteras” la posibilidad de organizar conjuntamente un acto
benéfico para recaudar fondos que se donarían en su totalidad a dicha ONG para
sus fines sociales. La respuesta que obtuve me dejó sorprendido, aunque
agradecí su sinceridad: no querían recibir ningún dinero de laboratorios
farmacéuticos porque consideraban a estas empresas unos indignos comerciantes,
vamos, como unos “apestados”, y por el contrario ellos era tan “puros” tan
“asépticos” que no querían “contaminarse” manteniendo cualquier tipo de
relación con los “laboratorios”. Les hice ver que por encima de cualquier
sentimiento propio estaba el sentimiento y la necesidad de muchos miles de
personas que necesitan ayuda y a quienes les vendría muy bien cualquier aporte
económico, pero ellos lo rechazaron; preferían mantener en la penuria y
calamidad a los necesitados, con tal de aparecer ellos mismos como espíritus
puros.
Gracias a Dios no todas las ONGs son iguales. Cuando me
dirigí después con dicha oferta a “Médicos del Mundo”, estos la aceptaron
gustosos y colaboraron activamente. Estaban inmersos en muchos programas de
ayuda a los más necesitados y cualquier dinero que se les diese les vendría muy
bien; es decir: antepusieron la necesidad quienes sufren a los propios
sentimientos personales que pudieran tener.
Cabe decir que –como fruto de la colaboración con “Médicos
del Mundo”- recaudamos más de un millón de pesetas de la época (año 2000) los
cuales fueron destinados a socorrer a miles de personas que lo habían perdido
todo en unas terribles inundaciones que asolaron el centro de Mozambique.
“Médicos del Mundo” es una organización cien por
cien española que contaba en aquél momento con más de 50.000 colaboradores, 3.000
socios y 1.000 cooperantes, y era la que más colaboradores españoles enviaba a
misiones de ayuda.
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