(AZprensa) Hoy en día no es posible hacer investigación y lograr
avances científicos de calidad, sin contar con animales de experimentación;
algo justificado por todos los comités éticos siempre y cuando no haya otra
alternativa para el desarrollo de fármacos que supongan claros beneficios para
las personas que padecen enfermedades importantes.
Como señalaba Bo Hjalmarsson, responsable de comunicación en
un importante centro de investigación farmacéutica en Lund (Suecia), en donde
se puso en práctica un nuevo programa de formación para reducir y mejorar la
experimentación con animales, “queremos que nuestros compañeros estén bien
informados y sean conscientes que las pruebas con animales forman parte del
trabajo que hacemos a fin de conseguir desarrollar nuevos fármacos importantes
que sean capaces de mejorar la calidad de vida de la gente... todos deberían
conocer el trabajo que hacemos en este área. Es importante que los empleados
puedan explicar nuestra postura a sus amigos y a los que cuestionan la parte de
nuestra investigación que precisa de experimentación con animales”. También es
importante, en su opinión “tener el conocimiento necesario para comprender y
tener opinión propia acerca de las cuestiones que plantean algunas personas al
respecto”.
Krister Martín, cirujano veterinario con muchos años de
experiencia, comentaba igualmente que “en nuestra investigación intentamos de
forma activa descubrir nuevos métodos para: diseñar experimentos de modo que
las molestias a los animales sean mínimas, reducir en todo lo posible el número
de animales que se utilicen en cada experimento y sustituir las pruebas en
animales por otro tipo de pruebas (por ejemplo, en tejidos) siempre que sea
posible”.
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