(AZprensa) Algunos días, en mis paseos diarios con mi
perra, he pasado por delante de la clínica Isadora, un lugar tétrico en el que
se dedican a matar niños de una forma legal que se llama “practicar abortos”.
Por mis años de trabajo en el Consejo General de Colegios de Médicos, sé que
muchos médicos manifiestan objeción de conciencia y se amparan en la Ley para
que no los obliguen a cometer semejante asesinato. Son tantos los médicos
objetores que la Sanidad pública (que ofrece este “servicio” a sus asegurados)
no tiene suficientes médicos ni personal sanitario para atender todas las
peticiones. La consecuencia es que aquellos médicos sin escrúpulos que están
dispuestos a pasarse toda la vida matando niños montan o son contratados por
clínicas especializadas en este menester. Y no les faltan clientes, tantos que
en realidad no debería haberme extrañado de lo que vi:
Al doblar la esquina y pasar por la puerta de su garaje
vi cómo salía de allí un hombre de mediana edad (supongo que sería médico) con
un cochazo que a primera vista me pareció un Ferrari, un deportivo rojo de
matrícula reciente, que después, fijándome mejor vi que era un Aston Martin. No
creo que muchos médicos que trabajan para la Sanidad pública o para la Sanidad
privada, puedan permitirse el lujo de un Aston Martin. Pero no acaba ahí la
cosa…
Otro día vi cómo salía del garaje una mujer de mediana
edad (podría ser médico) con otro cochazo deportivo, en esta ocasión un Hyundai
de alta gama y matrícula reciente. Y no acaba ahí la cosa…
Ayer vi cómo otra persona distinta a las anteriores, una
mujer joven con altísimos tacones de aguja y porte elegante (suponemos que
también podría ser médico o quizás los altos emolumentos alcancen también para
los profesionales de enfermería), salía de allí con un cochazo, este no era
deportivo pero sí de alta gama de Opel, y también con matrícula reciente…
Conclusión: Si eres profesional sanitario y quieres forrarte
(y tu falta de principios éticos y morales te lo permite), puedes dedicarte a
esto y disfrutar de cochazos como los de los futbolistas de élite.
PD.- Para quienes piensen que el calificativo de
asesinato que doy a esa “práctica” es excesivo, les haré una reflexión: Se
reconoce en la Ley que antes de las 20 semanas se puede abortar porque eso no
es un ser humano, pero después ya se considera ser humano y no se permite
abortar. Pues bien: ¿cómo saber que tiene menos de 20 semanas? ¿Y si tiene 20
semanas y un día? En este caso sí sería un ser humano y se estaría cometiendo
un delito. ¿Dónde está la frontera? ¿A partir de qué minuto o de qué segundo?
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