(AZprensa) El Angioedema Hereditario (AEH) es una enfermedad poco
frecuente que afecta a 1 de cada 50.000 personas, alrededor de 1.000 personas
en España, y que tarda en ser diagnosticada una media de trece años. Esta
patología minoritaria se caracteriza por la aparición de episodios recurrentes
de hinchazón (edemas) en distintas partes del cuerpo como las extremidades o el
intestino. Síntomas físicos visibles e impredecibles que en muchos casos son
estigmatizantes e invalidantes, lo que conlleva un fuerte impacto en la calidad
de vida de los afectados, tanto en su bienestar físico como emocional, según ha
explicado la doctora Nieves Prior, del servicio de Alergología del Hospital
Universitario Severo Ochoa de Madrid.
Concretamente, según un estudio, los episodios de angioedema han
supuesto en un 69% de los pacientes que no puedan considerar ciertos trabajos,
como los de cara al público, o que el 58% vea afectada el desarrollo de su
carrera profesional.
El AEH se caracteriza por inflamaciones de la piel, constantes y
repentinas, que provocan gran deformación facial o de la zona donde tenga lugar
el edema, impotencia funcional en la afectación de manos y pies y dolor
abdominal intenso, entre otros síntomas. Además, la patología produce riesgo de
muerte por asfixia en los casos de edema laríngeo.
Al ser una enfermedad poco conocida por los especialistas, en ocasiones
se producen diagnósticos incorrectos, retrasos en el diagnóstico y tratamientos
inadecuados. “Se han descrito incluso intervenciones quirúrgicas innecesarias
en casos de ataques abdominales de angioedema porque se ha sospechado una
apendicitis, que no era tal”, finaliza la doctora Prior.
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