martes, 26 de mayo de 2015

Pacientes andaluces, pacientes de segunda

(AZprensa) Con tal de ahorrar unos céntimos en cada envase, la Junta de Andalucía compra algunos de los fármacos más vendidos a los laboratorios farmacéuticos que más barato se los vendan, sea cual fuere el país de procedencia de dichos fármacos. La India, por ejemplo, es un habitual proveedor para las farmacias andaluzas.

Las consecuencias son constantes problemas de desabastecimiento, sin entrar más al detalle de bioequivalencias, etc. que garantizasen unos niveles de calidad de esos fármacos iguales a los fabricados en España. El caso más reciente ha sido el del antihipertensivo valsartán, que el laboratorio hindú Ranbaxy ha dicho que no podía suministrar de momento, por lo que la Junta de Andalucía ha tenido que anular temporalmente la orden que obligaba a los farmacéuticos andaluces a suministrar este producto.

Los farmacéuticos andaluces han protestado ya que entienden que estas subastas que organiza la Junta de Andalucía para ver quién le ofrece el medicamento más barato sin importar de qué parte del mundo venga, "discriminan a los ciudadanos andaluces y, como se ha demostrado en estos años, deterioran la calidad de la asistencia, al ser necesario modificar la medicación a los pacientes, debido a los frecuentes desabastecimientos". La Confederación Empresarial de Oficinas de Farmacia de Andalucía (Ceofa) tiene presentada una demanda contra estas subastas en la que solicita su nulidad.

Durante los últimos tres años el Gobierno de Andalucía ha adjudicado por el sistema de subasta algo más de 700 presentaciones de medicamentos, por lo que los pacientes andaluces son atendidos con medicamentos de procedencia distinta a los que reciben el resto de ciudadanos españoles.

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