(AZprensa) Nunca es demasiado pronto para empezar a cuidar la salud ocular de nuestros hijos, incluyendo el inicio de las revisiones oftalmológicas a una edad adecuada, entre los tres y los cuatro años en condiciones normales. Si en la familia hay antecedentes de defectos refractivos, estrabismos u otros problemas oculares, la primera visita al especialista debe realizarse con mayor motivo e incluso antes de esta edad; y por supuesto, por pequeños que sean, ante la aparición o sospecha de cualquier problema de visión, la cita del menor con el oftalmólogo debe ser inmediata.
“No cuesta nada traer a los pequeños de la casa a una revisión y
quedarnos tranquilos; además, gracias a un equipo muy bien preparado, lo pasan
bien, se divierten y quieren volver”, indica la Dra. Begoña Ortiz de Zárate,
responsable del Departamento de Oftalmología Clínica y Diagnóstico de Innova
Ocular, y añade que “son escasos los problemas que no pueden reconducirse si se
detectan antes de esa edad”.
Y es que el ser humano desarrolla la agudeza visual que va a tener en
la vida adulta y “aprende a ver” durante su primera infancia, hasta los 9-10
años -continúa-, por lo que el cuidado de la salud ocular en esta primera etapa
de nuestra vida es fundamental, “ya que va a condicionar nuestro futuro, tanto
personal como profesional”.
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