(AZprensa) El Gobierno de Cataluña ha transformado lo que
hasta ahora era una “recomendación” en una “obligación” por la cual todas las
farmacias estarán obligadas a cobrar a sus clientes las bolsas de plástico que
entreguen al dispensar los medicamentos. Lo que no fija es el precio, que podrán
establecer libremente los farmacéuticos (se habla que puede oscilar entre dos y
cinco céntimos por bolsa); y lo que sí fija es que dicho precio se debe incluir
siempre en el ticket de caja, aunque si el cliente lleva su propia bolsa y/o renuncia a recibir la bolsa de la farmacia, entonces en el ticket deberá aparecer tanto el
cobro como el abono de los céntimos de la citada bolsa. Es decir, quieren
documentos que puedan inspeccionar para comprobar si los farmacéuticos cumplen
lo que se les ordena y si no lo hacen, imponerles las sanciones
correspondientes. Sin embargo se les ha pasado un detalle por alto: ¿y si algún
farmacéutico no quiere entregar bolsas de plástico o prefiere entregar los
medicamentos en una bolsa de papel o simplemente envueltos en un papel como se hacía antes? ¿Tendrá
que incluir también en este caso el cobro y abono del importe de una inexistente bolsa de plástico?
En realidad este nueva “imposición” afecta a todos los
establecimientos comerciales de Cataluña, y viendo cómo a los Gobiernos lo que
más les gusta es “imponer, prohibir y multar”, posiblemente veamos cómo esta
nueva obligación se extiende por todo el país.
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