(AZprensa)
El Blue Lagoon, o Bláa Lónið en islandés, es mucho más que un balneario
geotermal: es un símbolo de Islandia, una atracción turística de renombre
mundial y un oasis de relajación en medio de un paisaje volcánico único.
Situado en la península de Reykjanes, a unos 23 km del aeropuerto internacional
de Keflavík y a 40 km de Reikiavik, este lugar ha atraído a millones de
visitantes por sus aguas azul turquesa, ricas en minerales como sílice y
azufre, conocidas por sus propiedades curativas, especialmente para afecciones
cutáneas como la psoriasis. Sin embargo, la reciente actividad volcánica en la
región ha puesto en jaque su existencia, generando incertidumbre sobre su
futuro. ¿Estamos ante los últimos días del Blue Lagoon? ¿Sigue abierto o ha
sido clausurado para siempre?
La
amenaza volcánica: un peligro recurrente
La
península de Reykjanes, donde se encuentra el Blue Lagoon, es una región
geológicamente activa, situada sobre la dorsal mesoatlántica, donde las placas
tectónicas euroasiática y norteamericana se separan, desencadenando terremotos
y erupciones. Tras siglos de relativa calma, desde 2021 esta zona ha
experimentado un resurgimiento de actividad volcánica, con múltiples erupciones
en el sistema Sundhnúksgígar. La más reciente, ocurrida el 22 de noviembre de
2024, marcó un punto crítico para el Blue Lagoon: la lava fluyó peligrosamente
cerca, destruyendo su estacionamiento principal, que solía albergar 350
vehículos, y envolviendo un edificio de servicios utilizado para almacenar
pertenencias de los visitantes.
A
pesar de las medidas de contención, como muros defensivos que hasta ahora han
protegido las piscinas termales, la amenaza persiste. Desde julio de 2025, las
erupciones han obligado a cierres temporales y evacuaciones, incluyendo una el
16 de julio de 2025, cuando la actividad sísmica y una nueva erupción fisural
en Sundhnúksgígar llevaron a la evacuación de Grindavík y el Blue Lagoon.
Aunque el balneario ha reabierto tras cada evento, la recurrencia de estas
erupciones plantea dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo.
Situación
actual: ¿sigue abierto el Blue Lagoon?
A
pesar de los desafíos, el Blue Lagoon ha demostrado resiliencia. Tras la
erupción de noviembre de 2024, que destruyó el estacionamiento, el complejo
reabrió utilizando un sistema de transporte en ferry para los visitantes, ya
que el acceso por carretera quedó comprometido. Hasta la fecha, no hay
información definitiva que indique un cierre permanente, pero el balneario
opera bajo estrictas medidas de seguridad y monitoreo constante debido a la
actividad volcánica. Por ejemplo, tras cierres temporales en enero, febrero,
marzo y abril de 2024, el Blue Lagoon reabrió en cada ocasión una vez que las
autoridades confirmaron la seguridad del área.
Actualmente,
el Blue Lagoon permanece abierto, pero con restricciones. Se requiere reservar
con antelación debido a la alta demanda y el aforo limitado, una práctica
habitual incluso antes de las erupciones. Los horarios varían según la
temporada: de 7:00 a 00:00 entre el 1 de junio y el 20 de agosto, y de 8:00 a
22:00 el resto del año, con horarios reducidos en fechas festivas como
Nochebuena (8:00-16:00) y Nochevieja (8:00-18:00). Sin embargo, las erupciones
recientes han generado cierres esporádicos, y los visitantes deben verificar el
estado del balneario en el sitio oficial (bluelagoon.com) antes de planificar
su visita.
La
pregunta sobre si el Blue Lagoon podrá salvarse es compleja. Por un lado, las
autoridades islandesas y los operadores del balneario han implementado medidas
para proteger la infraestructura, como muros de contención que han evitado que
la lava alcance las piscinas termales. Además, el Blue Lagoon no depende de un
cuerpo de agua natural, sino de la planta geotérmica de Svartsengi, que
suministra agua caliente rica en minerales. Esto significa que, incluso si una
erupción destruyera partes del complejo, podría reconstruirse en otra ubicación
cercana, aunque a un costo significativo.
Por
otro lado, la frecuencia de las erupciones en Reykjanes, con 12 eventos desde
2021, sugiere que la región podría seguir siendo inestable durante años. La
destrucción del estacionamiento y las alteraciones en el acceso ya han
impactado la experiencia del visitante, y una erupción más severa podría
amenazar no solo el Blue Lagoon, sino también el aeropuerto de Keflavík y las
comunidades cercanas como Grindavík, que ya ha sido mayormente evacuada y cuyas
casas han sido vendidas al Estado. Si la actividad volcánica continúa intensificándose,
el riesgo de que el Blue Lagoon quede sepultado o deba cerrar permanentemente
aumenta.
Un
lugar único: Mucho más que un balneario
El
Blue Lagoon no es solo un destino turístico; es un ecosistema geotermal único.
Sus aguas, una mezcla de agua de mar (dos tercios) y agua de lluvia (un
tercio), alcanzan temperaturas de 37-39 °C y contienen sílice, azufre y algas
verdiazules que le dan su característico color azul lechoso. Estas propiedades
han sido reconocidas desde 1981, cuando Valur Margeirsson, un paciente con
psoriasis, descubrió que bañarse en la laguna aliviaba sus síntomas. Desde
1994, la clínica del Blue Lagoon ofrece tratamientos especializados para la
psoriasis, combinando baños terapéuticos con terapia de luz ultravioleta, y los
lodos de sílice y azufre son utilizados en productos de cuidado de la piel
vendidos globalmente.
Además,
el entorno volcánico, con campos de lava negra y musgo verde, crea un contraste
visual espectacular que ha llevado al Blue Lagoon a ser nombrado una de las "25 maravillas del
mundo" por National Geographic. Sus instalaciones, que incluyen
saunas, restaurantes como el galardonado Moss (con una estrella Michelin) y el
Retreat Spa, ofrecen una experiencia de lujo que atrae a miles de visitantes al
año. Perder este lugar sería no solo una tragedia para el turismo islandés,
sino también para quienes buscan sus beneficios terapéuticos.
¿Son los últimos días del Blue Lagoon?
A
día de hoy, no se puede afirmar que el Blue Lagoon esté clausurado o
desaparecido. Sigue siendo accesible, aunque con interrupciones ocasionales
debido a la actividad volcánica. Sin embargo, su futuro es incierto. La
resiliencia mostrada hasta ahora, con reaperturas tras cada erupción, sugiere
que los operadores están comprometidos con mantener el balneario en
funcionamiento. No obstante, la naturaleza impredecible de los volcanes
islandeses significa que nadie puede garantizar su supervivencia a largo plazo.
Para los viajeros, la recomendación es clara: si deseas visitar el Blue Lagoon,
hazlo pronto y reserva con antelación. La experiencia sigue siendo única, pero
el riesgo de cierres temporales o permanentes es real. Además, se aconseja
evitar sumergir el cabello en el agua debido a su alto contenido mineral, que
puede dañarlo, y seguir las estrictas normas de higiene, como ducharse desnudo
antes de entrar.
¿Son los últimos días del Blue Lagoon?
El
Blue Lagoon sigue siendo un tesoro de Islandia, un lugar donde la naturaleza y
el ingenio humano han creado una experiencia sin igual. Aunque la amenaza
volcánica es innegable, con la lava acechando sus instalaciones, el balneario
no ha dicho su última palabra. Por ahora, sigue abierto, invitando a los
visitantes a sumergirse en sus aguas curativas y disfrutar de un paisaje que
parece de otro mundo. Sin embargo, el tiempo dirá si este icono islandés podrá
resistir la furia de los volcanes o si, efectivamente, estamos diciendo
"adiós al Blue Lagoon". Mientras tanto, quienes tengan la oportunidad
de visitarlo deberían aprovecharla, conscientes de que cada baño podría ser uno
de los últimos en este lugar legendario.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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