(AZprensa) El auge de los coches eléctricos ha
transformado la industria automotriz, prometiendo una movilidad más sostenible
y silenciosa. Sin embargo, un reciente estudio ha revelado un inconveniente
inesperado que está generando debate: los coches eléctricos tienden a provocar
mareos, náuseas y, en algunos casos, vómitos, especialmente entre los
pasajeros. Este fenómeno, conocido como cinetosis o mareo por movimiento,
parece ser más frecuente en los vehículos eléctricos que en los de combustión,
y sólo los conductores suelen escapar de estos síntomas.
Según un estudio publicado en 2024 y citado por medios
como El Confidencial y Motorpasión, un número creciente de personas reporta
sentirse mareadas al viajar en coches eléctricos, una sensación que no
experimentan con la misma intensidad en vehículos de gasolina o diésel. Este
malestar es más común entre los ocupantes de los asientos traseros o el
copiloto, mientras que los conductores tienden a librarse debido a su capacidad
de anticipar los movimientos del vehículo. William Emond, investigador de la
Université de Technologie de Belfort-Montbéliard y especialista en cinetosis,
explica que “el cerebro carece de referencias previas en este tipo de
conducción, lo que reduce su precisión al anticipar las fuerzas del
movimiento”.
La cinetosis ocurre cuando el cerebro recibe señales
contradictorias del oído interno, la vista y el cuerpo. En los coches de
combustión, las vibraciones del motor, el sonido del cambio de marchas y otros
estímulos sensoriales ayudan al cerebro a prever los cambios de velocidad o
dirección. En los eléctricos, la ausencia de estos indicadores, combinada con
características propias de estos vehículos, genera un “conflicto neuronal” que
puede desencadenar mareos, náuseas, sudores fríos e incluso vómitos.
Causas específicas de los coches eléctricos
El estudio identifica varias características de los
coches eléctricos que contribuyen a este problema:
Aceleración instantánea: Los motores eléctricos entregan
todo su par motor desde el arranque, lo que resulta en aceleraciones más
rápidas y, a menudo, bruscas. Si el conductor no modula el pedal con suavidad,
los pasajeros experimentan movimientos impredecibles que desorientan al
cerebro.
Frenado regenerativo: Esta tecnología, que recupera energía al desacelerar, produce una frenada más suave y prolongada que la de los coches de combustión. Aunque eficiente, este tipo de desaceleración altera la percepción del movimiento, aumentando la probabilidad de cinetosis. Un estudio de 2024 señala que el frenado regenerativo puede “inducir cinetosis” en algunos ocupantes.
Silencio y falta de vibraciones: Los coches eléctricos son notablemente silenciosos y carecen de las vibraciones típicas de los motores de combustión. Aunque esto es una ventaja para el confort, también elimina señales sensoriales que el cerebro utiliza para anticipar el movimiento, lo que confunde al sistema nervioso, especialmente en los pasajeros.
Microvibraciones de los asientos: Algunos estudios han detectado que las vibraciones sutiles en los asientos de los coches eléctricos, generadas por el motor eléctrico, pueden contribuir a la desorientación. Estas vibraciones son diferentes a las de los vehículos tradicionales y pueden exacerbar el malestar.
Frenado regenerativo: Esta tecnología, que recupera energía al desacelerar, produce una frenada más suave y prolongada que la de los coches de combustión. Aunque eficiente, este tipo de desaceleración altera la percepción del movimiento, aumentando la probabilidad de cinetosis. Un estudio de 2024 señala que el frenado regenerativo puede “inducir cinetosis” en algunos ocupantes.
Silencio y falta de vibraciones: Los coches eléctricos son notablemente silenciosos y carecen de las vibraciones típicas de los motores de combustión. Aunque esto es una ventaja para el confort, también elimina señales sensoriales que el cerebro utiliza para anticipar el movimiento, lo que confunde al sistema nervioso, especialmente en los pasajeros.
Microvibraciones de los asientos: Algunos estudios han detectado que las vibraciones sutiles en los asientos de los coches eléctricos, generadas por el motor eléctrico, pueden contribuir a la desorientación. Estas vibraciones son diferentes a las de los vehículos tradicionales y pueden exacerbar el malestar.
Impacto y adaptación del cerebro
A medida que los coches eléctricos se vuelvan más
comunes, es probable que el cerebro se adapte y los mareos disminuyan. Sin
embargo, para los pasajeros poco habituados, el problema persiste,
especialmente en viajes largos o en carreteras con curvas.
La cinetosis en los vehículos eléctricos no es un problema grave, pero sí incómodo, especialmente para los pasajeros. Con el tiempo, tanto la tecnología como nuestro sistema nervioso se adaptarán, haciendo que los viajes en coches eléctricos sean tan cómodos como sostenibles, pero hasta entonces…
La cinetosis en los vehículos eléctricos no es un problema grave, pero sí incómodo, especialmente para los pasajeros. Con el tiempo, tanto la tecnología como nuestro sistema nervioso se adaptarán, haciendo que los viajes en coches eléctricos sean tan cómodos como sostenibles, pero hasta entonces…
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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