miércoles, 9 de julio de 2025

Más inconvenientes desconocidos de los coches eléctricos

(AZprensa) El auge de los coches eléctricos ha transformado la industria automotriz, prometiendo una movilidad más sostenible y silenciosa. Sin embargo, un reciente estudio ha revelado un inconveniente inesperado que está generando debate: los coches eléctricos tienden a provocar mareos, náuseas y, en algunos casos, vómitos, especialmente entre los pasajeros. Este fenómeno, conocido como cinetosis o mareo por movimiento, parece ser más frecuente en los vehículos eléctricos que en los de combustión, y sólo los conductores suelen escapar de estos síntomas.
 
Según un estudio publicado en 2024 y citado por medios como El Confidencial y Motorpasión, un número creciente de personas reporta sentirse mareadas al viajar en coches eléctricos, una sensación que no experimentan con la misma intensidad en vehículos de gasolina o diésel. Este malestar es más común entre los ocupantes de los asientos traseros o el copiloto, mientras que los conductores tienden a librarse debido a su capacidad de anticipar los movimientos del vehículo. William Emond, investigador de la Université de Technologie de Belfort-Montbéliard y especialista en cinetosis, explica que “el cerebro carece de referencias previas en este tipo de conducción, lo que reduce su precisión al anticipar las fuerzas del movimiento”.

La cinetosis ocurre cuando el cerebro recibe señales contradictorias del oído interno, la vista y el cuerpo. En los coches de combustión, las vibraciones del motor, el sonido del cambio de marchas y otros estímulos sensoriales ayudan al cerebro a prever los cambios de velocidad o dirección. En los eléctricos, la ausencia de estos indicadores, combinada con características propias de estos vehículos, genera un “conflicto neuronal” que puede desencadenar mareos, náuseas, sudores fríos e incluso vómitos.

Causas específicas de los coches eléctricos
 
El estudio identifica varias características de los coches eléctricos que contribuyen a este problema:
 
Aceleración instantánea: Los motores eléctricos entregan todo su par motor desde el arranque, lo que resulta en aceleraciones más rápidas y, a menudo, bruscas. Si el conductor no modula el pedal con suavidad, los pasajeros experimentan movimientos impredecibles que desorientan al cerebro.
Frenado regenerativo: Esta tecnología, que recupera energía al desacelerar, produce una frenada más suave y prolongada que la de los coches de combustión. Aunque eficiente, este tipo de desaceleración altera la percepción del movimiento, aumentando la probabilidad de cinetosis. Un estudio de 2024 señala que el frenado regenerativo puede “inducir cinetosis” en algunos ocupantes.
Silencio y falta de vibraciones: Los coches eléctricos son notablemente silenciosos y carecen de las vibraciones típicas de los motores de combustión. Aunque esto es una ventaja para el confort, también elimina señales sensoriales que el cerebro utiliza para anticipar el movimiento, lo que confunde al sistema nervioso, especialmente en los pasajeros.
Microvibraciones de los asientos: Algunos estudios han detectado que las vibraciones sutiles en los asientos de los coches eléctricos, generadas por el motor eléctrico, pueden contribuir a la desorientación. Estas vibraciones son diferentes a las de los vehículos tradicionales y pueden exacerbar el malestar.

Impacto y adaptación del cerebro
 
El aumento de los casos de mareos coincide con el crecimiento de las ventas de coches eléctricos, que en 2024 representaron más del 22 % del mercado global de vehículos nuevos. Los expertos sugieren que este problema es transitorio, ya que el cerebro humano necesita un período de adaptación para acostumbrarse a las nuevas dinámicas de conducción. “Cuando las fuerzas estimadas por el cerebro difieren de lo que se experimenta realmente, se produce un conflicto que puede desencadenar síntomas de mareo”, afirma Emond.

A medida que los coches eléctricos se vuelvan más comunes, es probable que el cerebro se adapte y los mareos disminuyan. Sin embargo, para los pasajeros poco habituados, el problema persiste, especialmente en viajes largos o en carreteras con curvas.

La cinetosis en los vehículos eléctricos no es un problema grave, pero sí incómodo, especialmente para los pasajeros. Con el tiempo, tanto la tecnología como nuestro sistema nervioso se adaptarán, haciendo que los viajes en coches eléctricos sean tan cómodos como sostenibles, pero hasta entonces…
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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