Hay gente que piensa que la creatividad a la hora de diseñar
un folleto pasa por buscar fotografías o ilustraciones impactantes, elegir
colores llamativos y un diseño armónico de los textos, buscar unos head
lines o frases de llamada de atención poderosas y unos eslóganes pegadizos…
y eso es cierto, pero también es cierto que la creatividad no conoce límites y,
al igual que algunos artistas desarrollaron el concepto de la esculto-pintura
(cuadros que llevaban incorporados elementos en relieve) yo probé también ese
concepto en alguno de mis folletos, como este que presento aquí.
La portada del díptico está atravesada por una varilla de
metal (la idea original era que estuviese travesada por una aguja pero como eso
encarecía mucho el presupuesto, tuvo que quedarse en una simple varilla
metálica). Esta varilla física, real, corpórea, estaba situada en una parte muy
concreta de la ilustración de portada: la raíz de los dientes.
En efecto, se trataba de un folleto dirigido a los
odontoestomatólogos para presentarles Neuro Tantum, ya que a veces la
inflamación no se limita a oprimir las terminaciones nerviosas, sino que llega
a dañar la vaina de mielina que las protege, originando así una mayor
dificultad de tratamiento, prolongándolo innecesariamente.
Gracias a la acción histoprotectora y antiinflamatoria
(además de antálgica) de la benzidamina, y de las acciones propias de las
vitaminas B1 B6 B12, se conseguía una acción mielinizante, regenerando la vaina
de mielina de las terminaciones nerviosas dañadas por la opresión inflamatoria...
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