Echegaray vuelve al Ateneo de Madrid

(AZprensa) Un manuscrito del premio Nobel de Literatura (1904), José de Echegaray, con un poema inédito, ha vuelto al Ateneo de Madrid. Tras permanecer durante muchas décadas en una colección privada, su poema “La vida” ha vuelto a la vida gracias a la donación de este manuscrito al Ateneo de Madrid para contribuir a la conservación y divulgación del legado poético de este gran hombre de ciencias y de letras.
 
Esta donación no es sino un pequeño gesto que quizás anime a otras personas que guardan en sus bibliotecas particulares documentos de interés cultural y/o histórico, para que donen los mismos a instituciones públicas a fin de posibilitar el acceso a los mismos a todas las personas interesadas y preservar dichos documentos para las generaciones venideras.
 
José de Echegaray
 
Político, matemático, economista, poeta y dramaturgo nacido en Madrid el 19 de abril de 1832 y fallecido el 14 de septiembre de 1916 en la misma ciudad. Después de enseñar matemáticas unos años, se interesó por la economía y defendió las teorías librecambistas, de las que habló en la tribuna del Ateneo de Madrid. Esta institución le asignó diversas cátedras relacionadas con las matemáticas y lo eligió presidente entre 1898 y 1899.

Además de los numerosos cargos políticos que ocupó, Echegaray dedicó parte de su vida a la literatura y en 1904 se le concedió el Premio Nobel. El Ateneo le dedicó una velada en su honor a la que asistió el rey.
 
Entre sus obras destacan títulos como “El libro talonario” (1874), “En el puño de la espada” (1875), “En el seno de la muerte” (1879), “La muerte en los labios” (1880), “El gran galeoto” (1881), “El hijo de Don Juan” (1892), “El loco de Dios” (1900) y “A fuerza de arrastrarse” (1905). Ahora, en 2005 ha visto la luz, por primera vez, este poema que permaneció inédito, cuyo manuscrito ha vuelto a la que fue su casa, el Ateneo de Madrid.
 
Este es el texto del poema “La vida”:
 
I
La vida es como el agua
de los molinos,
baja de las montañas
por entresijos,
dando reflejo a las flores
y al aire visos.
 
Forma después remanso,
ancho y tranquilo;
pasa bajo las piedras
que muelen trigo
por las angostas rendijas
de un canalizo,
y sale al fin deshecha
y a torbellinos
para correr unida
dentro de un río
que la lleva veloz
al mar vecino.
 
II
La vida es cual la nube
que lleva el viento;
por la mañana pasa
prendida al cielo,
después rojo carmín
de grana y fuego;
luego se disipa
en jirones luego
vuela al espacio
profundo y negro.
 
III
La vida es el oleaje
inquieto y vario
que viene desde lejos
hacia la playa:
besa la arena
por donde pasa
y deja espuma
y otra vez agua
vuelve al mar, a su ola
de otra esperanza.
 
Ilustración: Cuadro de José de Echegary, realizado por Ferdinand Rouze, que se conserva en el Ateneo de Madrid.
 

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