(AZprensa)
Cinco años después de su publicación, el libro “Si puede, no vaya al médico”
(Editorial Debate, 2020), del prestigioso cirujano Antonio Sitges-Serra, sigue
generando debate y reflexión en el ámbito sanitario. Escrito por un profesional
con décadas de experiencia –catedrático de Cirugía en la Universidad Autónoma
de Barcelona y exjefe del Departamento de Cirugía del Hospital del Mar–, esta
obra no es un manual de autoayuda ni un ataque indiscriminado a la medicina,
sino una crítica profunda y documentada a los excesos del sistema actual.
Con
un título provocador que resume su mensaje central, Sitges-Serra advierte sobre
la “dramática medicalización de nuestra hipocondríaca sociedad”. La medicina,
que históricamente fue un arte noble dedicado a curar, se ha transformado en un
enorme negocio impulsado por la tecnolatría (la adoración ciega a la
tecnología), el afán de lucro de la industria farmacéutica y la búsqueda de
prestigio profesional. El resultado: una sociedad obsesionada con la salud
perfecta, que rechaza el envejecimiento y la muerte natural, y que convierte a
ciudadanos sanos en “pacientes potenciales”.
Los
peligros de la sobremedicalización
Sitges-Serra
denuncia fenómenos como el disease mongering (la creación artificial de
enfermedades para vender tratamientos), los sobrediagnósticos derivados de
chequeos excesivos y las intervenciones innecesarias. Ejemplos concretos que
aborda incluyen la medicalización de la menopausia, la hipertensión leve o
ciertos estados de ánimo, que amplían mercados millonarios pero generan
iatrogenia: daños provocados por el propio sistema médico, como efectos
secundarios de fármacos o complicaciones quirúrgicas evitables.
“Estamos
asistiendo a una hipermedicalización”, afirma el autor en entrevistas, citando
cómo, pese a los avances tecnológicos, la esperanza de vida en países
desarrollados se ha estancado o incluso retrocedido en algunos grupos. Influido
por pensadores como Ivan Illich –quien ya alertaba de que la medicina genera
patología–, Sitges-Serra aboga por recuperar una perspectiva humanista: el
médico debe acompañar al paciente, no convertirlo en un cliente crónico.
El
libro critica tanto al sector público como al privado, señalando conflictos de
interés, protocolos rígidos y una investigación a menudo alejada de las
necesidades reales de los enfermos. “Si usted está bien, no vaya al médico;
cuídese usted mismo”, recomienda Sitges-Serra en declaraciones recientes,
enfatizando que el 80% de nuestra salud depende de factores externos al sistema
sanitario, como hábitos de vida.
Recepción
y legado
Lectores
y críticos destacan su fundamentación científica –el autor cuenta con cientos
de publicaciones académicas– y su valentía al cuestionar el statu quo desde
dentro. Aunque algunos lo tildan de “maximalista” o excesivamente crítico, la
mayoría coincide en su valor provocador: invita a un debate necesario sobre los
límites de la medicina. En un mundo postpandemia, donde el gasto sanitario
sigue creciendo, sus advertencias resuenan con fuerza. “Si puede, no vaya al
médico” no propone abandonar la ciencia, sino humanizarla. Una lectura obligada
para pacientes, profesionales y cualquiera preocupado por una salud más sensata
y menos mercantilizada. Porque, como concluye Sitges-Serra, a veces el mejor
cuidado es saber cuándo no intervenir.
Novelas escogidas


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