(AZprensa) El miedo al dolor retrasa y
complica la cirugía de extracción de las muelas del juicio o cordales, según la
Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM), que recuerda la
importancia de acudir al especialista cuando empiezan a dar problemas para
facilitar el tratamiento. Las muelas del juicio ocasionan molestias en al menos
dos tercios de la población. De hecho, “hay pocas personas que a lo largo de su
vida no las hayan sufrido. Sin embargo, muchos buscan ayuda cuando ya el dolor
es intenso y frecuente y llegan a la consulta con apiñamiento, reiterados
flemones o caries”, señala la doctora Carmen Baquero, jefe de Servicio de
Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario La Fe (Valencia).
Según esta especialista, “todavía, a pesar de
los avances en los tratamientos, existe un miedo ancestral a todo lo
relacionado con la salud oral y esto es muchas veces lo que impide al paciente
tomar la decisión de acudir a la consulta”. Además, la extracción de los
terceros molares, las muelas del juicio, se vuelve más difícil en aquellos
pacientes que tienen ansiedad o miedo, sin embargo, es “una cirugía segura en
la que apenas surgen complicaciones”, añade la doctora.
No obstante, en adultos no está tan definido
si es necesario extraerlas si no han dado problemas. “Lo normal es
quitarlas cuando los dan”, explica esta especialista. En adultos jóvenes la
principal causa es el apiñamiento dentario, según esta especialista. En adultos
suele ser por infecciones de repetición y por problemas de flemones. Por su
parte, en la edad adulta el motivo viene por la formación de lesiones de los
maxilares en relación con los tejidos que forman la muela, “como quistes u otro
tipo de lesiones tumorales de la mandíbula”, comenta.
Las extracciones de las muelas del juicio
“debe realizarlas un cirujano oral y maxilofacial, que está formado para
realizar una cirugía de este tipo y asumir cualquier tipo de complicación”,
destaca el doctor Javier González Lagunas, presidente de SECOM.
La intervención puede realizarse con
anestesia local, sedación endovenosa o anestesia general, en función de las
características del paciente. En cuanto al postoperatorio, “tendrá inflamada la
zona durante un máximo de 48 horas, dificultad para abrir la boca y dolor
variable en función de su tolerancia”, asegura el doctor González Lagunas. Los
cirujanos orales y maxilofaciales recomiendan dieta blanda y fría durante los
primeros dos días, extremar la higiene bucal, no fumar y tomar el tratamiento
indicado que suele ser a base de analgésicos y antibióticos.
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