(AZprensa)
Esta última semana circulaba la siguiente noticia: La Federación Nacional de
Asociaciones de Mayoristas Distribuidores de Especialidades Farmacéuticas y
Productos Parafarmacéuticos (Fedifar) quería que el Tribunal Supremo
cambiase un Real Decreto para que quedase bien claro que “los laboratorios
tienen la obligación de servir a los mayoristas todos los medicamentos que
estos pidan a los laboratorios”. Se decía igualmente que el Tribunal Supremo ha dicho
que no es necesario cambiar nada porque ya está –según ellos- suficientemente
claro este derecho.
Pero lo
que no cuenta nadie es ¿por qué quieren los mayoristas que se deje bien claro ese
derecho a que los laboratorios atiendan todos sus pedidos? ¿Es que acaso no lo
hacen? ¿Son tan tontos los laboratorios que no quieren vender todo lo que
podrían? ¿Son tan inútiles los laboratorios que no son capaces de fabricar todo
lo necesario para atender la demanda?
Los
laboratorios permanecen mudos y aceptan que la opinión pública los tome por
tontos. Los mayoristas no explican el por qué de su petición... para no quedar en
evidencia.
¿Qué
sucede entonces? Muy sencillo: como la mayor parte de los medicamentos tienen
en España el precio más bajo de Europa, muchos mayoristas se dedican a pedir
grandes cantidades de algunos de ellos para venderlos a otros países europeos
donde su precio es mucho mayor. De esta forma, el mayorista español gana una
buena pasta con esas ventas adicionales, el mayorista del país extranjero
también gana porque lo consigue más barato que si lo comprase en su propio país, y el
laboratorio pierde dinero porque en vez de vender para Alemania –por ejemplo- su
medicamento X, resulta que en Alemania lo vende a través de su filial española
a un precio mucho menor.
Lo único
que se le ocurre a los laboratorios para parar esta sangría es servir sus
productos con cuentagotas, si un mayorista le pide 100 ejemplares le envían 60
alegando que no disponen de más. El mayorista, entonces, lo que hace es pedir
más todavía para que con lo que le envíen tenga suficiente y si no, echa mano
de lo que tendría que vender en España porque le sale más a cuenta venderlo al
extranjero.
Conclusión:
los mayoristas explotan una lucrativa línea de negocio como es la venta a otros
países; los laboratorios pierden ventas fuera porque desde fuera compran aquí
más barato y pierden ventas aquí porque no hay producto suficiente para atender
la demanda interna; los pacientes pierden porque con frecuencia no hay manera de
encontrar el producto que necesitan… y mientras tanto, nadie dice estas cosas y unos y otros se dedican a quejarse y a mirar para otro lado.
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