¿Cómo sobrevive la prensa independiente?

(AZprensa) Hace años, cuando estudiábamos Ciencias de la Información, la carrera de Periodismo tenía no sólo un alto atractivo sino también un alto prestigio. Algunos definían a los periodistas como “notarios de la actualidad”, porque informaban a los lectores sin dejarse influenciar por nadie, sin doblegarse ante el poder bien fuera político, económico, religioso, empresarial, etc.
 
Varias décadas después, ahora, las cosas han cambiado totalmente. Ya apenas si existe prensa libre porque todos los medios de comunicación prácticamente vienen a decir lo mismo todos los días, parece –y así debe ser- que alguien les dicta de qué deben hablar y qué deben decir. De esta forma, el lector encuentra muy poca diferencia entre cómo cuenta una noticia un medio de comunicación de una tendencia política concreta y cómo la cuenta otro de una tendencia política opuesta.
 
Por otra parte, la forma de contarlo ha perdido toda objetividad posible. Se oculta información, sólo se dan datos de aquello que interesa al poder y se oculta todo aquello que lo contradice. En los debates, todos los contertulios vienen a decir lo mismo con tan sólo algunos matices de diferencia; no hay debates reales en los que podamos ver los razonamientos y argumentos de un punto de vista y de su contrario. Cuando algún entrevistado dice algo inconveniente, se corta inmediatamente la emisión y se pasa a propagar la consigna recibida.
 
La corrupción informativa actual –porque así hay que calificarla- salpica a todos, porque nadie quiere salirse de lo “políticamente correcto” o de los “socialmente correcto”, y todos reciben después su pago en forma de publicidad, de influencias, de favores, etc. Si algún periodista intenta contar la verdad y aportar “datos molestos”, se le silencia y se le reprime; y claro está, ningún periodista quiere perder su puesto de trabajo tal como está el paro en España.
 
De vez en cuando no encontramos con algún medio de comunicación que no se doblega al poder y quiere seguir siendo independiente. En esos raros y escasísimos casos, deben acudir a la limosna, a mensajes como este que publica el diario “Canarias Ahora”:
 
“Sin prensa independiente no podrán resistir los derechos y libertades democráticas y por eso ‘Canarias Ahora’ se ha convertido en un medio muy incómodo que algunos querrían acallar.
Somos uno de los pocos periódicos de referencia que sigue siendo libre en las Islas y no se vende a los caciques ni participa de las redes clientelares.
Tú, que nos lees habitualmente, lo sabes bien. ¿Te imaginas cómo sería el periodismo en Canarias si Canarias Ahora no existiera? ¿Cómo sería el debate público sin nuestra voz? ¿Te imaginas qué Archipiélago nos quedaría? Te llevará menos de un minuto y puedes hacerlo desde aquí con cuotas que van desde 1 € al mes”.
 
Es triste que un medio de comunicación tenga que pedir donativos a los lectores, pero más triste aún es que los lectores no se den cuenta de que los están manipulando y no sepan distinguir cuáles son de verdad independientes.
 
Al igual que sólo un periodista jubilado, que ya no tiene ningún furo profesional por delante, puede publicar en Internet las cosas tal como son, aún quedan algunos periódicos que se resisten a arrodillarse ante el poder y prefieren pedir limosna y contar la verdad antes que engañar y manipular a sus lectores y recibir palmaditas en la espalda (y en el bolsillo) por parte del poder establecido. El problema es que cada vez quedan menos periódicos así, menos periódicos independientes de verdad.
 

Hay otra forma de contar las noticias. Aún existe el periodismo independiente…
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