(AZprensa) Las
profecías de San Malaquías –de las que ya publicamos un artículo ayer- no son
las únicas que abordan el fin del papado o el apocalipsis. Existen paralelismos
con otras visiones y predicciones, tanto cristianas como seculares, que han
alimentado el interés en el destino de la Iglesia Católica:
Nostradamus:
El vidente francés del siglo XVI, en sus Centurias, menciona un “Papa Negro”
como el último pontífice antes del fin del mundo. Algunos han vinculado esta
figura con Francisco, dado que pertenece a la Compañía de Jesús, cuyo superior
es conocido como el “Papa Negro” por su influencia y el color de su vestimenta.
Nostradamus también predice la muerte de un papa anciano, lo que algunos
asocian con Francisco, especialmente tras su reciente hospitalización. Sin
embargo, las profecías de Nostradamus son aún más ambiguas que las de
Malaquías, lo que permite interpretaciones diversas.
Profecías
de Fátima: El tercer secreto de Fátima, revelado en 2000, describe a un “obispo
vestido de blanco” que camina entre ruinas y es atacado, lo que algunos
interpretan como el fin del papado. La elección de Francisco, quien se presentó
con una sencilla sotana blanca y se refirió a sí mismo como “obispo de Roma”,
ha sido vinculada con esta visión. Sin embargo, el Vaticano ha aclarado que
este secreto se refiere a los atentados contra Juan Pablo II y no a un evento
apocalíptico futuro.
Garabandal:
En las apariciones marianas de Garabandal (España, 1961-1965), la vidente
Conchita González afirmó que la Virgen le reveló que habría solo tres papas más
tras Juan XXIII antes del “fin de los tiempos”. Contando a Pablo VI, Juan Pablo
II y Benedicto XVI, Francisco sería un cuarto papa, lo que ha llevado a
reinterpretaciones de esta profecía como un “cambio de época” en lugar del fin
del mundo.
Profecías
de San Juan Bosco: Este santo del siglo XIX tuvo visiones sobre la Iglesia
navegando en un mar tormentoso, guiada por dos columnas (la Eucaristía y la
Virgen María). Algunos ven en estas visiones un paralelismo con el período de
tribulaciones descrito por Malaquías, aunque no mencionan explícitamente un
último papa.
Profecías
de Juan XXIII: El libro “Las Profecías del Papa Juan XXIII: La Historia de la
Humanidad de 1935 a 2033 (1976)”, escrito por el periodista italiano Pier
Carpi, presenta una serie de supuestas visiones proféticas atribuidas a Angelo
Roncalli (Juan XXIII) durante su estancia en Turquía en 1935, tras experiencias
sobrenaturales en un ritual de la Rosacruz. Carpi afirma que un anciano anónimo
le proporcionó estos documentos, que predicen eventos como la Segunda Guerra
Mundial, el suicidio de Hitler, la muerte de Juan XXIII durante el Concilio
Vaticano II y un supuesto “Juicio Final” en 2033. Otras profecías incluyen una
mujer como presidenta de Estados Unidos, un dictador africano y un papa que se
convierte en “peregrino desprovisto de riquezas”. Sin embargo, estas profecías
son altamente controvertidas, y críticos, como algunos lectores en reseñas, las
consideran “ininteligibles”, “anacrónicas” y carentes de autenticidad,
señalando que el prólogo de Carpi sobre cómo obtuvo los documentos es lo único
destacable. La falta de evidencia histórica sobre la conexión de Roncalli con
la Rosacruz y la vaguedad de las predicciones sugieren que el libro podría ser
una obra sensacionalista más que una fuente fidedigna. Aunque comparte con las
profecías de Malaquías un tono apocalíptico y la idea de un fin de ciclo, su
origen moderno y su estilo poético pero confuso la distinguen como una
narrativa más especulativa que teológica.
Autenticidad
y Críticas
A
pesar de su popularidad, las profecías de San Malaquías son objeto de
escepticismo. Los historiadores señalan que no hay evidencia de su existencia
antes de 1595, 450 años después de la muerte de Malaquías, y que San Bernardo
de Claraval, su biógrafo, no menciona ninguna profecía. Además, los lemas son
precisos hasta 1590, pero vagos y forzados para los papas posteriores, lo que
sugiere que podrían ser una falsificación creada para influir en un cónclave,
posiblemente a favor del cardenal Girolamo Simoncelli. El jesuita
Claude-François Ménestrier y el benedictino Benito Jerónimo Feijóo argumentaron
que la lista es una invención del siglo XVI.
El
Vaticano no reconoce oficialmente estas profecías, considerando que carecen de
validez teológica y son más una curiosidad histórica que una predicción divina.
Similarmente, las profecías de Juan XXIII de Pier Carpi no tienen respaldo
eclesiástico y son vistas como una obra esotérica sin fundamento histórico. Sin
embargo, ninguna de estas profecías ha sido prohibida, y continúan generando
debate, especialmente en momentos de transición papal.
Conclusión
Según
las profecías de San Malaquías, el Papa Francisco es probablemente el papa
número 112, Petrus Romanus, cuya llegada marcaría el fin del papado y, para
algunos, el apocalipsis. Si se le considera el número 111, el próximo pontífice
sería Petrus Romanus, un reformador o un líder en tiempos de crisis. Las
similitudes con las profecías de Nostradamus, Fátima, Garabandal, San Juan
Bosco y las de Juan XXIII según Pier Carpi refuerzan la fascinación por estas
predicciones, aunque todas comparten un carácter críptico y especulativo. Las
profecías de Carpi, en particular, añaden un elemento moderno y esotérico, pero
su falta de rigor histórico las relega a un plano más literario que profético.
A pesar de su impacto cultural, la autenticidad de todas estas profecías sigue
en duda, y la Iglesia Católica invita a los fieles a centrarse en la fe más que
en especulaciones apocalípticas. Mientras tanto, el mundo espera el próximo
cónclave, que podría arrojar nueva luz sobre este misterio milenario.
Conclusión
Nota.- Artículo relacionado: "El Papa Francisco, el número 112 y las profecías de San Malaquías"
Un libro que deberíamos tener en nuestra mesilla de noche, junto a la cama, y antes de ir a dormir paladear (como se hace con los buenos vinos) algunos de sus mensajes…
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