La mayoría de los procesos infecciosos genitourinarios están
producidos por gérmenes Gram-negativos, especialmente Pseudomona aeruginosa
y Escherichia coli.
En indicaciones como pielitis y pielonefritis, cistitis,
salpingitis, mastitis, sepsis puerperales, etc., la antibioterapia se enfrenta
a dos problemas fundamentales: el incremento de las infecciones por gérmenes Gram-negativos
y la aparición de cepas resistentes a los antibióticos habituales. Por ello, Colimicina (colistina) es el
antibiótico de elección por su:
-
Excreción máxima por orina, que logra en la misma
concentraciones muy altas de antibiótico en forma activa.
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Intensa acción bactericida que asegura una rápida
aseptización.
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Carencia de resistencias cruzadas con otros
antibióticos de uso sistémico.
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Posibilidad de aplicación por vía intramuscular y
tópica (intravaginal, ureteral, intraabdominal, endovenosa, etc.).
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