miércoles, 27 de marzo de 2013

Un folleto que se “salió” de lo normal


El mercado de prueba realizado con Tantum fuerte había sido todo un éxito y por fin la dirección de Latino se decidió a lanzarlo, precisamente enfocándolo en las indicaciones flebológicas para que la canibalización de ventas con Tantum pomada fuese lo menor posible. Esa palabra “canibalización” creo que fue entonces cuando comencé a oírla: había que vender este producto, el “fuerte”, pero sus ventas no tenían que ser a costa de su hermano el “pomada”. Según el mercado de prueba esto era posible, y el verdadero lanzamiento a escala nacional se realizó con este folleto en el que se presentaba una “novedad terapéutica en flebología”: la terapia tópica que sustituye o completa la vía sistémica sin sus efectos secundarios.

Había cuatro grandes grupos de indicaciones en este campo:
-         Los síndromes varicosos, que requieren un tratamiento tópico que además de mejorar la circulación favorezca el restablecimiento de la pared venosa alterada.
-         Las tromboflebitis, que precisan una acción histoprotectora y antiinflamatoria que mejore la circulación y permita la recuperación del tejido venoso afectado.
-         Las flebitis y periflebitis, ya que al ser procesos inflamatorios de las paredes venosas, deberá utilizarse para evitarlas y combatirlas, un auténtico antiinflamatorio tópico que facilite la recuperación.
-         La profilaxis del post-operatorio, y en general, en aquellas venopatías que por su gravedad requieran un tratamiento quirúrgico, puesto que en ellas el empleo de un preparado tópico antidoloroso, antiinflamatorio y antiedematoso, constituye el complemento ideal para el post-operatorio, facilitando además una mejor y más rápida cicatrización.

Y Tantum fuerte entraba a lo grande en este nuevo campo con un folleto que se “salía” (y nunca mejor dicho) de lo corriente. Para empezar era apaisado. La portada mostraba la piel y en ella un recuadro con venas en las cuales, para llamar la atención sobre los procesos inflamatorios de las mismas, se había dado un golpe en seco de tal forma que se apreciaba su relieve al tacto, tal como sucede con las varices.

Y al abrir el folleto nos encontrábamos con una nueva sorpresa: cada una de las indicaciones ocupaba una página y ofrecía una ilustración representativa de la patología. En el extremo de la hoja había una pestaña y, entonces, el visitador médico tiraba de dicha pestaña y la ilustración de la patología pasaba a ofrecer una imagen fisiológica normal al tiempo que la solapa extraída ofrecía las ventajas propias del producto en esa indicación concreta.

Fue todo un alarde de creatividad y “mecánica” que consiguió el efecto deseado: el impacto, la diferenciación y el recuerdo...

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