Quizás los más viejos del lugar recuerden algunos de
nuestros viejos antibióticos como el Bronco-Biotic (succinato de
cloranfecnicol-metil-tetraciclina, guayacolglicolato sódico y vitamina C), aunque
yo lo que más recuerdo es el trabajo que le costaba a nuestros nuevos
visitadores médicos aprenderse la composición del producto.
Con otros lo tenían algo más fácil, como por ejemplo con el
no va más de aquella época, la mejor de todas las penicilinas: Ultrabiotic
(penimepiciclina). Aún así, ya se trataba de antibióticos antiguos cuando yo
los conocí, porque en aquella época, en la década de los 70, nuestro
antibiótico rey era la Tantum-Ciclina (benzidamina + tetraciclina) seguido por
el muy específico Colimicina (sulfato de colistina).
Menos éxito tuvo la Elaciclina (esta sí que era difícil de
recordar: 4-(dimetilamino)-1,4,4ª,5,5ª,6,11,12ᾳ,6,11,12ᾳ-octahidro-3,5,6,10,12,12ᾳ-hexahidrohidroxi-6-metil-1,11-dioxo-2-naftazen
carboxamide), aunque poco después nos pudimos recuperar con otro antibiótico:
Tantum-Biotic (benizdamina + metampicilina)...
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