martes, 23 de abril de 2013

Pioneros en anestesia


En los laboratorios Latino-Syntex no sólo fuimos pioneros en el campo de la anestesia, sino también en la visita a los anestesiólogos, unos especialistas a quienes los demás laboratorios tenían abandonados.

En nuestro caso disponíamos de tres excelentes y ampliamente utilizados anestésicos: Dehydrobenzperidol, Fentanest y la unión de ambos en una dosis estándar y en el mismo vial, Thalamonal. De esta forma, en el primer caso, el anestesiólogo podía hacer la mezcla según las proporciones que él considerase más oportunas para cada tipo de paciente y de operación, mientras que en el segundo caso, se le facilitaba el trabajo al ofrecerle la proporción adecuada para la mayor parte de las intervenciones.

Sin embargo había un problema: su precio. Estos tres fármacos eran baratísimos, tanto era así que apenas si dejaban margen de beneficio y por lo tanto no podían sufragar ningún tipo de acción promocional... hasta que descubrí una alternativa.

Laboratorios Latino-Syntex tenían una buena cuota de mercado... pero en el ámbito de la consulta domiciliaria o ambulatoria, pero no en el campo de los hospitales. El conseguir aumentar nuestras ventas hospitalarias era una asignatura pendiente. Entonces me di cuenta que los anestesiólogos apenas si recibían visitas de los visitadores médicos de los laboratorios, así que propuse la siguiente acción: crear uno materiales promocionales sencillos (o sea, baratos) y útiles (aportando datos que fuesen de interés científico para estos especialistas), hacer que nuestros visitadores médicos los visitasen y... que no sólo les hablasen de nuestros anestésicos sino que se ganasen su confianza y complicidad para tenerlos como aliados dentro del hospital y que así estos intercediesen y ayudasen a nuestros visitadores para la presentación e introducción de nuestros productos en el hospital abriendo las puertas a servicios donde hasta entonces no habían podido llegar.

Debe reconocer que la estrategia fue un éxito. Lo de menos importancia fue que las ventas de nuestros anestésicos aumentasen de forma considerable; lo más importante fue que nuestros visitadores médicos con la ayuda de sus nuevos amigos anestesiólogos, pudieron tener mejor acceso y visibilidad dentro de los hospitales consiguiendo así que aumentase el número de pedidos del resto de productos de nuestro vademécum. Los anestesiólogos por fin se sintieron importantes –gracias a nosotros- al recibir la atención de los visitadores médicos de nuestro laboratorio... 

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