Hubo un tiempo en que los Laboratorios farmacéuticos
quisieron realmente acercarse a la sociedad, ser transparentes y lavar su mala
imagen de tantos años precedentes de oscurantismo. Yo tuve la suerte de estar
en uno de los laboratorios pioneros en el campo de la transparencia y tuve la
suerte también de coincidir con otros colegas de comunicación de otros
laboratorios, todos unidos por un mismo propósito y tanto fue así que incluso
fundamos la “Asociación de Profesionales de Comunicación de la Industria
Farmacéutica (ACOIF)”.
Cada uno en su laboratorio tenía su propio equipo, pequeño
en número de personas pero grande en cuanto a formación y entusiasmo.
Luchábamos por comunicar a la sociedad cuanto hacía el laboratorio y siempre
estábamos dispuestos a atender cualquier consulta de un periodista.
Utilizábamos la ayuda externa de agencias de Comunicación para potenciar
nuestro trabajo. Contábamos con el apoyo de las sedes centrales internacionales
que se distinguían igualmente por este deseo de “Comunicación”... etc.
Pero han pasado tan solo unos pocos años desde que dejé ese
mundo y el panorama no puede ser más desolador:
-
La mayoría de los responsables de comunicación han sido
cesados en sus puestos y la mayor parte de esos puestos no han sido repuestos,
sino que se han suprimido o como mucho se ha encargado a una agencia externa
“que se ocupe de eso”.
-
La disponibilidad de directivos y responsables de
prensa para hablar con los medios ha descendido vertiginosamente.
-
Las notas de prensa emitidas lo hacen bajo el dictado
de Marketing, esto es, son auténticos panfletos publicitarios que ningún medio
recoge.
-
Las ganas de dar la cara ante la sociedad, de ser
pro-activos, de ser transparentes... han desaparecido.
Como ejemplo, he realizado una visita a las “Salas de
Prensa” de algunos de los principales laboratorios y este ha sido el resultado:
Almirall.- Delegan en una agencia externa y en
segundo lugar ponen un contacto del laboratorio.
AstraZeneca.- Su última Nota de prensa colgada en su
“Sala de Prensa” es de fecha “3-Sep-2012” !!!
Bayer.- Este laboratorio, aun con los cambios
introducidos, sigue ofreciendo información actualizada y contactos visibles.
Esteve.- Ponen las notas de prensa pero no el
contacto con quienes las hacen posibles.
GSK.- Ni siquiera dispone de “Sala de Prensa” ni de
contactos visibles. Ha externalizado su servicio y una persona dedica una parte
de su tiempo a gestionar dicha agencia subcontratada.
Lilly.- Es el único que, además de mantenerse activo
y actualizado, dice quienes son sus contactos de prensa y cómo se puede
contactar con ellos.
Novartis.- Muchas de las informaciones solo están
disponibles con registro previo. No vienen nombres ni forma de contacto directo
con los responsables de prensa.
MSD.- Uno de los pocos ejemplos donde las personas de
contacto son fácilmente localizables y las notas de prensa están disponibles.
Pfizer.- No están visibles sus personas de contacto
para la prensa. Sus notas de prensa dirigidas a la prensa especializada requieren
registro previo; es decir, un ciudadano normal no puede acceder a ellas pero sí
puede acceder a lo que sobre ellas escriba cualquier periodista especializado.
Sanofi.- Tanto el contacto como las Notas de prensa
están disponibles. Nada que objetar.
En definitiva, los laboratorios (salvo algunas excepciones)
han vuelto a la época de las cavernas en donde la palabra “periodista” les
provoca una atroz reacción alérgica que les hace esconderse y huir. Pasada esa
pequeña edad de oro que tuve la suerte de vivir, los laboratorios han vuelto a
las andadas: nada de hablar con los medios y mucho menos darles facilidades,
las notas de prensa deben estar revisadas por un buen número de directivos
antes de ser emitidas y debe primar el dictado de Marketing, las “Salas de
Prensa” de sus páginas web solo son un listado de notas de prensa (no siempre
actualizadas) redactadas siempre en plan “nuestro producto es el mejor”.
No es de extrañar, pues, que tengan tan mala imagen ante la
sociedad y que los Gobiernos se ceben en ellos con recortes, presiones, bajadas
de precios, pagos retardados, retraso en autorizaciones de comercialización,
etc. puesto que saben que los laboratorios no pintan nada ante la sociedad, es
más, son los malos de la película. Y por su parte, los médicos y las sociedades
científicas se siguen aprovechando de ellos para que les paguen congresos,
cursos de formación, edición de libros, etc., sin darles más contrapartida que
su mirada benevolente, aprovechándose de todo lo que reciben sin dar casi nada a
cambio, y compensando de esta forma la pérdida de poder y de recursos en la
sanidad pública...
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