Si el año 1999 lo despedía con un anuncio de despedida al
“Fin del milenio” el año 2000 lo inicié con un anuncio de “Bienvenidos al nuevo
milenio”. Estos fueron los anuncios que preparé con tal motivo para su
publicación en Diario Médico y algunas otras revistas médicas, al igual que los
incluí en la revista creada, escrita y dirigida por mí, “Información al Día”.
En el editorial del número con que iniciaba este nuevo milenio hablaba de la
concentración, la nueva orientación estratégica que han seguido desde entonces
la mayoría de las grandes empresas y corporaciones.
En dicho editorial decía cosas como estas:
“No hace muchos años la palabra clave era “diversificación”.
Los grandes grupos empresariales se expandían hacia nuevos y diferentes
mercados para disminuir el riesgo de que las dificultades en algún sector
específico hiciese peligrar su futuro. Ahora sin embargo las cosas han dado la
vuelta y todo el mundo habla de “concentración”; especializarse en un área
concreta para ser fuertes en la misma y tener una posición dominante del
mercado”.
Después hablaba del caso de AstraZéneca del que decía:
“La concentración no solo se refiere a su orientación
exclusiva al mundo de la salud humana, sino que va más allá al dirigirse a
siete áreas terapéuticas específicas... Por una parte se dispone de mayores
recursos económicos para dedicarlos a la investigación y por otra se concentran
en siete campos terapéuticos, lo que amplía notablemente la riqueza de la
investigación en cada una de esas áreas y por consiguiente alienta unos mejores
resultados”.
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