La pérdida de la patente de Losec (omeprazol), que se había
situado como el fármaco más vendido del mundo, trajo como consecuencia que
proliferasen decenas de genéricos que, con un precio más bajo, se comían ese
mercado. Sin embargo, mientras que en España la reacción fue la de retirar el
producto del mercado –antes que tirar su precio por los suelos como hacían los
genéricos- en otros países como Suecia se optó por una solución más
inteligente: aprovechar la magnífica imagen de marca que tenía Losec y
conseguir su autorización para venderlo como medicamento OTC, es decir, que
pueda publicitarse al público general y este pueda comprarlo libremente en
las farmacias sin necesidad de receta.
Conseguir esto para Suecia fue fácil, puesto que la Agencia
de Productos Médicos de aquél país confirmó sin lugar a dudas que el producto
era seguro para adquirirlo sin receta, en presentaciones de 10 y 20 mg, para el
tratamiento del ardor de estómago y de la acidez, dos indicaciones muy
adecuadas para la automedicación.
Como el laboratorio descubridor de este fármaco estaba
centrado en el mercado de los medicamentos de prescripción, llegó a un acuerdo
con una de sus compañías subsidiarias, Hassel Lakemedel, para que comenzase a
comercializar la venta libre de este fármaco, hecho que se produjo el mes de
abril del año 2000, convirtiéndose así Suecia en el primer país que lo vendió
libremente al público, eso que en España ha dado en llamarse “producto de
mostrador” y que en el caso de Losec en España nunca llegó a suceder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario