Hay detalles pequeños, quizás insignificantes, que sin
embrago encierran una gran importancia toda vez que lo más importante de
cualquier empresa son sus empleados. Pero, vayamos por partes.
Cualquier revista de empresa incluye fotografías; esto es
evidente. Pero ¿en cuantas de esas “revistas de empresa” se pone junto a cada
fotografía quién ha sido el autor de la misma? En mi revista “Información al
Día” entendí que todos teníamos derecho a conocer quién era el autor de cada
una de las fotos que allí se publicaban y que esta era un merecido
reconocimiento público al autor de las mismas. Así lo hice y lo mantuve durante
toda mi trayectoria profesional en el mundo de la comunicación y los
laboratorios farmacéuticos.
En segundo lugar, si los verdaderos protagonistas de una
empresa son sus empleados ¿por qué no publicar fotos de los mismos cuando son
protagonistas o simplemente participan en alguna actividad noticiable? ¿Por qué
tienen que ser siempre “los jefes” quienes aparezcan en las fotos? En cualquier
“revista de empresa” prácticamente la totalidad de las fotos recoge a los
“jefes” y no presta la más mínima atención a los empleados. ¿Qué sería de los
jefes si o dispusiesen de empleados? No
serían absolutamente nada. Por eso es de justicia dar a los empelados el valor
que realmente tienen. En mi revista “Información al Día” (y también en todas
las revistas que he editado a lo largo de mi trayectoria profesional) siempre
di a los empleados el protagonismo que merecían. Como muestra, este fragmento
de un amplio reportaje sobre la comida de Navidad que reunió en ambiente
cordial y festivo a todos los empleados.
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