Con frecuencia la consulta médica ha sido vista por los
profesionales de la Medicina desde su propia óptica. Sin embargo ¿qué piensan
los pacientes del servicio que se les presta? Para entenderlo es necesario
hacer un ejercicio de identificación con el paciente y ponerse en su lugar,
para analizar desde su óptica, el panorama de actitud y servicio que perciben.
Cuando así lo hace y mira entonces hacia sí mismo, le pueden
asaltar preguntas que antes nunca se hubiera imaginado. Comienza a cuestionarse
aspectos relativos a su credibilidad, apariencia, cortesía, capacidad de
comunicación, etc.; y comienza a entender el por qué de muchas de las
reacciones y quejas de sus pacientes.
Todo esto quedaba recogido en el libro “Al otro lado de la
mesa”, que hace años publicó –a través de la editorial Doyma- el laboratorio
farmacéutico AstraZéneca para regalarlo a los médicos interesados. Tan
interesante resultaba el libro, que el diario El País publicó un reportaje de
una página completa sobre el mismo. Sin embargo, la autora de dicho reportaje,
la periodista Milagros Pérez Oliva, se olvidó citar (y espacio no le faltaba,
porque se trataba de una página completa del diario) que ese libro lo había
editado AstraZéneca y lo regalaba a los médicos interesados. Me imagino la cara
de frustración de sus lectores cuando –tras leer dicho artículo y sentirse
interesados por conseguir el libro- no encontrasen en dicho artículo la más
mínima referencia de a dónde dirigirse para encontrar el libro.
¿Es eso periodismo? ¿Con tal de no citar el nombre de un
laboratorio se oculta al lector una información básica y necesaria? Por
desgracia, hay periodistas, y también médicos, que no saben ponerse “al otro
lado de la mesa” y que solo piensan en ellos mismos en vez de pensar en aquél a
quien se deben: el lector, en un caso, y el paciente, en otro.
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